Vitoria. Es la voz más madrugadora de la emisora, El primero de Onda Vasca. Su trabajo empieza a las cinco de la mañana, se levanta a las tres y media de la madrugada y es el encargado de contar a los oyentes cómo está el tráfico, qué tiempo va a hacer y con qué noticias se van a sentar a desayunar. Pablo Fuentes Pila es el que deja los micrófonos calientes para que Xabier Lapitz se enfrente a la trepidante actualidad de cada jornada. Él nos cuenta cómo es su vida y cómo vive lo de levantarse a la hora a la que algunos se acuestan.
Si no es indiscreción, ¿a qué hora se levanta?
A las tres y media de la madrugada. Llevo en este horario desde la nueva etapa de Onda Vasca, voy para la cuarta temporada.
¿Cómo se plantea cada jornada el programa diario?
Con muchas ganas y me pongo en el papel de quien a esas horas está empezando el día porque le acaba de sonar el despertador o de quien está casi terminando el turno de noche en su trabajo. También me tengo que poner en la piel de esas personas, que por la razón que sea en estos tiempos tan duros, no pueden dormir.
¿Cuesta adaptarse a este horario? ¿Hay renuncias?
Se resiente la vida social entre semana. Hay que ir pronto a casa y me debo acostar pronto, pero no siempre consigo dormirme temprano. Siempre acabo liándome y me quedo leyendo pero hago poca vida social entre semana.
¿Tiene algunas referencias de los que le escuchan?
Algunos suelen escribir al correo electrónico, no son muchos pero es que las horas tampoco invitan precisamente a ponerse en contacto. Cuando pasa algo importante a esas horas de la mañana, la audiencia sí participa y nos lo hace llegar a través del correo. Ese es nuestro principal modo de comunicación a la hora que estamos en las ondas.
¿A quién se encuentra por la calle a esas horas de la madrugada?
Más a gente que vuelve que a gente que va. Hay muy pocas personas por la calle cuando yo salgo de casa, sobre todo en invierno, con el frío o la lluvia.
¿Qué significa 'El primero de Onda Vasca'?
Es un modo de vida, sobre todo por el horario que es tan peculiar que te obliga a adaptar toda tu forma de vida. También significa una gran responsabilidad, porque me toca dar los primeros pasos de la emisora y confeccionar la banda sonora del día que va a empezar.
¿Qué música le pone usted a sus dos horas de programa?
Música conocida, músicas que tenemos todos en la mente, y en ocasiones olvidadas. Esas que a veces nos sorprenden, que forman parte de nuestra propia vida, son ideales de cinco a siete de la mañana.
Supongo que la voz es importante a esas horas en los que la mayoría duerme y pocos están despiertos. ¿Cuál es el tono que tiene esa voz?
Cuando la madrugada va terminando y empieza a entrar la mañana es importante transmitir energía. Es energía lo que necesitamos para hacer frente a lo que tenemos por delante durante el día. No hay que ser estridentes pero sí enérgicos.
¿Cuántos cafés necesita tomarse para estar despejado?
Me tomo uno antes de salir de casa. Según salgo del programa me suelo tomar otro y luego sobre las diez de la mañana otro más…
Cafeína a tope…
Sí, porque, tras echarme una pequeña siesta a las tres y media de la tarde, me tomo el último café del día. No puedo abusar tampoco porque luego tengo que irme a dormir pronto.
Supongo que las noches de los viernes y los sábados son para desmelenarse un poco y se cogen con ganas.
Ja, ja, ja… Sí, alguna noche de los viernes me he sorprendido disfrutando mucho y pensando que cómo es posible que habiéndome levantado ese día a las tres y media de la madrugada siga en pie a unas horas tardías. Son ganas de vivir.
'El primero Onda vasca' tiene más voces que acompañan a Pablo…
Hay siete colaboradores y conmigo somos ocho. Entre todos queremos hacer más agradables unas horas en las que la luz aún no ha aparecido. Nuestra intención es un programa dinámico y entretenido: no importa la hora, importa el estado de ánimo y nosotros estamos muy despiertos y procuramos, como te he dicho antes, ser enérgicos.
¿Qué hace a las siete de la mañana cuando llega el equipo de 'Euskadi hoy' y Xabier Lapitz toma el mando de la radio?
Ellos llegan bastante antes de las siete de la mañana y yo cedo el micrófono a esa hora. Cuando dejo el estudio lo que hago es coger los periódicos del día y echarles un buen vistazo. A esas horas yo ya estoy cargado de energía y me pongo a ver todo lo que me interesa.
¿Qué es la radio para usted?
Mi vida, me gusta la radio desde que tengo uso de razón. Es el medio que elegí para entretenerme e informarme antes de estudiar periodismo y sabía que iba a formar parte de mi vida. Tengo la gran suerte, madrugones al margen, de poder ponerme todos los días delante de un micrófono. Cuando estoy en la radio es mi vida y cuando estoy fuera de ella, también es mi vida.
¿Cuántos años lleva trabajando en la radio?
Casi veinte. He pasado prácticamente por todos los puntos del dial. He trabajado en otras emisoras. La radio forma parte de mi vida laboral desde hace tanto tiempo que no sé ya vivir sin ella.
Imaginemos que le dicen que elija una franja horaria, ¿por cuál de ellas se decantaría?
Difícil decisión, pero igual me quedaría con lo que tengo. En tantos años de radio he hecho prácticamente de todo, menos la noche pura y dura. Aunque parece duro por el horario, creo que me quedaría con El primero de Onda Vasca; así a bote pronto no renunciaría a seguir disfrutando de este peculiar horario.
¿Qué tipo de información demandan sus oyentes?
Lo que está pasando cerca de su casa, es algo que nos interesa a todos a esas horas. El tiempo qué va a hacer es fundamental, además en los últimos años ha cobrado un protagonismo que no tenía antes. Queremos las informaciones de nuestro entorno más próximo y son horas para pocas complicaciones. La actualidad pura y dura llega después.
¿Se puede dar alegrías a esas horas?
Sí las hay, nosotros encantados de darlas. Lo que pasa es que últimamente andamos un poco escasos de alegrías para contar. Además vivimos en una sociedad en la que desde hace ya mucho tiempo parece que lo único que es noticia es la mala noticia.
¿Qué formato radiofónico le gusta más?
El magazine, pero esto va por rachas. Tuve una época, hace muchos años, en la que me parecía más atractivo hacer informativos. Ahora, por ejemplo, no sé si será por la edad o por qué, el formato magazine es el que me resulta más atractivo porque sin profundizar en exceso tienes la posibilidad de tocar prácticamente todos los palos de la actualidad social.
¿Es más de trasnochar o le viene mejor madrugar?
Siempre he sido más trasnochador que madrugador, pero me amoldo bien a las circunstancias.