BILBAO. La tercera remesa del Santa Fe llegará al mercado en un par de semanas. Hyundai la ha desarrollado aplicando la consigna del "más y mejor", que se manifiesta en los tres aspectos esenciales de todo automóvil: el diseño, la calidad y el precio. Moderno, sugestivo y eficiente como ninguno de sus predecesores, el modelo también cuesta lo que vale (desde 31.300 euros). El constructor coreano, cada vez más cerca de sus referentes Premium, propone motorizaciones diésel de 150 y 197 caballos, versiones con tracción delantera e integral, así como configuraciones de cabina con cinco y siete plazas.
El Santa Fe es uno de esos modernos y cada vez más sofisticados productos con coartada campera que, sin embargo, también son capaces de brindar lo mejor de sí mismos sobre el pavimento, su destino cotidiano y a menudo exclusivo. Ese cambio de rumbo que lleva a depurar modales y dulcificar reacciones, sintoniza a la perfección con las aspiraciones de sus destinatarios. La clientela de los SUV (Sport Utility Vehicles) suele prendarse de la elocuente estampa de estos y termina convencida por su capacidad para afrontar dificultades, una cualidad que muy pocos se plantean comprobar.
Hyundai ha reconsiderado a fondo ambas facetas, logrando un automóvil atractivo y solvente. La fisonomía del nuevo pretendiente se acomoda a los cánones estéticos vigentes hoy en la casa. Exhibe, por tanto, una imagen poderosa y esbelta, marcada por un frontal en el que la generosa parrilla cromada aparece flanqueada por dos pares de grupos ópticos: bajo los proyectores trapezoidales superiores figuran grandes faros de largo alcance. El SUV asiático adopta pasos de rueda abultados y despliega aparatosos retrovisores, al tiempo que realza su silueta con una cintura ascendente y una moldura que discurre en paralelo. El próximo Santa Fe mantiene la separación de sus ejes (2,7 metros) e incrementa la habitabilidad ensanchando ligeramente su cabina. Ocupa 4,69 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,68 de alto.
Los tres acabados previstos comparten siete airbag de serie (incluye bolsa para proteger las rodillas del conductor), capó activo (se eleva en caso de atropello para atenuar las posibles lesiones del peatón), ABS, programas de control y gestión de estabilidad, ayuda al arranque y control de frenada en pendiente, etc. El Santa Fe más asequible sale por 33.300 euros; el más potente y pertrechado cuesta 44.190.