Vuelve el Toledo. Seat ha decidido recuperar la veterana denominación para el modelo que saldrá a la venta en octubre. El próximo pretendiente asume una silueta sedán clásica, seña de identidad de las dos primeras remesas de su antepasado. La marca española del grupo Volkswagen se ha propuesto poner del revés la jerarquía actual de la clase media con este coche de cara amable, tamaño respetable y precio imbatible: la interpretación más asequible estará por debajo de los quince mil euros.

El modelo que viene mantiene el parentesco, pero ningún vínculo directo con el remoto antepasado. El producto definitivo, tal como saldrá a la venta en otoño, va a efectuar su primera aparición en sociedad en junio. Su apariencia apenas deferirá de la que luce en esta página el prototipo exhibido el pasado marzo durante el Salón de Ginebra (cambiará el calzado ancho por uno de calle y poco más).

La casa de Martorell evidencia con el Toledo una clara vocación de masas. No está dispuesta a correr el menor riesgo estético, pero sí absolutamente decidida a ajustar las cuentas. El inminente automóvil tiene moderna concepción y diseño clásico. Su figura armoniosa (algo sosa, según otras opiniones) reproduce los patrones más tradicionales al distinguir con nitidez los tres cuerpos de carrocería (motor delantero, cabina central y maletero independiente a popa).

Pese a su perfil de genuino sedán el Toledo es, en realidad, una berlina de cinco puertas con 4,48 metros de longitud. La separación de los ejes (2,60 metros) y la altura libre hasta el techo (0,97 m) en las plazas traseras procuran al habitáculo la espaciosidad suficiente para acomodar a cuatro o cinco ocupantes. Bajo el portón posterior, el tercer bloque de carrocería contiene un portaequipajes con más de 500 litros, volumen superior al que brinda un más corpulento Exeo; facilita las operaciones de carga rebajando el plano de acceso (0,68 m.); además, la posibilidad de abatir los asientos posteriores permite embarcar bultos de grandes proporciones.

Seat comienza asignando al candidato motores de gama media. Se decanta por unidades de baja cilindrada y rendimiento moderado: un TSI 1.2 de 105 caballos y dos TDI 1.6 (90 y 105 CV); irán asociadas a cajas de cambio de cinco marchas, manual y automática DSG.

El futuro Toledo se va a fabricar en la planta que el grupo Volkswagen tiene en Bratislava (Eslovaquia), la misma de la que sale el pequeño Mii. Al igual que este utilitario, la berlina también va tener un gemelo. La interpretación del proyecto por parte de Skoda da como resultado el nuevo Rapid.

recupera el buen nombre Hay éxitos aislados capaces de encumbrar a una marca para siempre y pequeños borrones que empañan una biografía. De eso sabe mucho Seat, que pagó caro el cambio en el discurso estético del Toledo a comienzos del siglo. A los responsables de la firma se les ocurrió reemplazar el caballo en plena carrera, abandonando de improviso el exitoso formato tradicional de tres cuerpos por un innovador diseño mestizo que combinaba rasgos de familiar y de monovolumen. Lejos de cuajar, esa iniciativa arrojó por la borda el buen nombre que el modelo había atesorado durante años, contrariando de paso a una nutrida y fiel clientela integrada por familias y profesionales del taxi.

La consecuencia de esa decisión aciaga fue que dicha remesa, probablemente la mejor de la historia del Toledo desde el punto de vista técnico, sufrió un serio revés de ventas. La clientela habitual dio la espalda al modelo de un modo tan rotundo y unánime que el fabricante se vio forzado a retirarlo de la circulación prematuramente. Su sensación de fracaso fue lo suficientemente intensa como para descartar hasta hoy la denominación del modelo.

Pero el tiempo lo cura todo y el Toledo renace pletórico. Su libro de familia compila tres generaciones previas. La primera arrancó en 1991. La siguiente se limitó a poner al corriente la silueta sedán ocho años después. La deconstrucción en 2004 de la receta de toda la vida supuso un paso en falso en la hasta entonces estable trayectoria del Toledo; la entrega monoespacio resistió a duras penas hasta 2009. En total Seat ha vendido 860 unidades del modelo en el mundo.