Vitoria. Iñigo Larrinaga se desprende de Koldo Agirre, su personaje en la serie de televisión más veterana de todo el Estado, Goenkale. Su destino es la docencia, es profesor de quinto de Primaria en un centro de Bilbao y ese es su objetivo a corto plazo. No cierra la puerta a la interpretación, pero ha estimado que es el momento de dejar la serie y abrir otras puertas. Está muy satisfecho por el recorrido profesional que ha tenido como actor y muy agradecido a Koldo, con quien ha crecido y madurado a lo largo de dieciocho años.
Koldo Agirre se subirá hoy a un velero y emprenderá su última travesía en Goenkale. Enfermo de leucemia, morirá en alta mar y su cuerpo será encontrado más tarde. Desaparece así del guión el personaje más veterano de la serie de ETB-1. Iñigo Larrinaga, el actor que le da vida, ha compartido con DNA los recuerdos de un proyecto que nació en 1994 y que sigue en vigor dieciocho años después. Comenzó a grabar con 25 años y se despoja de la piel de Koldo con 43. "Iñigo y Koldo han evolucionado a la par; ambos empezaron en Goenkale siendo jóvenes e impetuosos, ahora son equilibrados y maduros", señala el último mohicano del primer grupo de actores que convirtieron una ficción en euskera en todo un fenómeno sociológico en Euskadi.
"Empecé con el gran casting que se hizo para esta serie. Fue a través de una amiga que estaba metida en el mundillo del teatro, Yolanda Arrieta. Ella me dijo que habían convocado un casting para televisión. En Bilbao, pasé una prueba en euskera y luego otras dos más. Junto con otras siete mil personas, fue un macrocasting, fui haciendo pruebas y llegué a Goenkale", recuerda Larrinaga. Era su primer trabajo profesional y en televisión, hasta entonces se había dedicado al teatro amateur.
Iñigo Larrinaga es un hombre inquieto y multivocacional. Terminó la carrera de Periodismo en los comienzos de los años 90, se tomó un año sabático en Estados Unidos, en Las Vegas; volvió a Euskadi y se incorporó a Goenkale. Las últimas temporadas de la serie las ha combinado con los estudios de la carrera de Magisterio: "A la vuelta de Estados Unidos no tenía muy claros mis horizontes laborales, me enteré de estas pruebas y probé fortuna. Con la cantidad de gente que había en el casting nunca pensé que iba a llegar hasta el final", señala el actor.
ENTRADAS Y SALIDAS A lo largo de estos dieciocho años, sus salidas y entradas en la serie han sido muy intermitentes: "Soy de los integrantes del grupo inicial, pero he entrado y salido con mucha frecuencia. Unas veces era porque a mí me apetecía hacer otras cosas, lo tengo que asumir, soy un culo inquieto; en otras ocasiones, por guión no convenía que estuviera el personaje e iba y venía. No sé decirte el número exacto de años que he estado en Goenkale, pero son muchos". Cuando colgaba el personaje de Koldo y se ausentaba de Arralde, Iñigo Larrinaga trabajaba en otras series, como periodista o como profesor de actividades extraescolares.
"Para abrir nuevas etapas en la vida hay que cerrar otras. Dejo la serie con mucha pena, detrás queda un magnifico equipo que seguirá creando historias para Goenkale. Pienso que es el momento de irme. Es una decisión que ha surgido por parte de la productora y por mi parte. Creo que esta vez mi salida de la serie es definitiva". Iñigo Larrinaga deja a Koldo en una situación límite, enfermo de leucemia, padre de una hija adoptada y siendo el director del hotel de Arralde. "El personaje en los últimos años había evolucionado y madurado, como lo he hecho yo y como lo hacen todos los seres humanos. Es un hombre pasional y muy directo a la hora de expresar sus sentimientos. Ha sido noble, sobre todo muy noble", así define al personaje que ha interpretado durante tanto tiempo.
Recuerda de forma nítida el primer día de grabación: "No se me va a olvidar nunca. Fue el primer encontronazo que tuve con el mundillo de la televisión y el primer encuentro con actores de la talla de Kontxu Odriozola, Loli Astoreka, Mikel Garmendia -ahora no está junto a nosotros-, José Ramón Soroiz…, para mí fue impactante. Esos primeros momentos están en mis retinas, no se me va a olvidar jamás. Aquella entrada en los platós de Miramon hace dieciocho años fue muy grande para mí". Iñigo Larrinaga vuelve la mirada al joven de 25 años que en el primer día de grabación aún no se creía que fuera del todo cierta su presencia en la serie y que hubiera sido seleccionado entre tantos candidatos.
FENÓMENO SOCIOLÓGICO Las miles de horas de rodaje han dado lugar a miles de anécdotas, pero al actor vasco le es difícil elegir una: "Más que de anécdotas, te puedo hablar de todo lo que me sorprendió cuando empezó a emitirse la serie. Cuando salía a la calle y la gente me reconocía y sabía quién era mi personaje y me llamaba: 'Koldo, Koldo' y me hablaban. Me sorprendió el fenómeno sociológico de esta serie", explica Iñigo Larrinaga.
El personaje se ha impuesto sobre la persona a nivel popular, son muchos los años que los espectadores euskaldunes llevan conviviendo con Koldo Agirre, un joven abogado, ambicioso e impetuoso en los comienzos; un padre de familia con responsabilidades al final de su vida: "Son muchos los que me llaman Koldo en vez de Iñigo. Fuera de Ondarroa, que es el pueblo en el que vivo desde hace doce años, soy Koldo. También en Ondarroa muchas personas me conocen por Koldo". Iñigo Larrinaga dice que Koldo Agirre en la serie, al igual que le ha pasado a él en la vida real, ha dado muchas vueltas: "Koldo fue un chaval de 25 años que empezó en la serie como un abogado que trabajaba en la Diputación y tenía muchas ansias de poder, muchas ansias de ganar dinero, era el típico perfil de yuppi y respondía a los jóvenes de una época. Es un personaje que con los años se ha ido humanizando, es mucho más real, cercano y noble".
¿Cómo va a ser la muerte de Koldo, gravemente enfermo de leucemia? Iñigo Larrinaga está emocionado con el final de su estancia en Arralde: "Paralelamente a mi desaparición, también ha muerto en la serie Mirari, una amiga mía de Donostia, y todo ha sido como un festival de emociones. Tengo que agradecer y alabar a la dirección y a los guionistas de la serie cómo han planteado la muerte de Koldo. Es una muerte metafórica. En sus últimos días alquila un velero y va a hacer su última travesía y es donde muere. Después aparecerá su cadáver en un lugar de la costa. No hay una muerte explícita; mejor, me gusta más este final que una muerte dura".