Tras debutar en otoño con el elocuente envase familiar CW, el i40 adopta ahora un atuendo sedan más acorde a los gustos del gran público. Su objetivo es competir en la liga europea -la de campeones es coto exclusivo de las marcas Premium- esgrimiendo argumentos estéticos y poniendo énfasis en su armonía entre la calidad y el precio. Es un coche pensado, ensamblado y equipado a conciencia. Va impulsado por un interesante motor gasolina (135 CV) y por dos eficientes diésel (115 y 136 CV). El descuento de lanzamiento (1.500 euros) sitúa el precio de la interpretación más asequible por debajo de los veinte mil euros.
El nuevo i40 es un producto concebido y gestado en Europa. Su nacimiento permite constatar la vertiginosa progresión de Hyundai. El constructor coreano, que se dio a conocer en los noventa como marca de bajo coste (la calidad suele ir acorde al desembolso), se equipara ya a los generalistas locales gracias a los méritos de la generación contemporánea. La berlina que ahora sale a la venta se convierte en el paradigma de esta moderna remesa de automóviles que, además de una calidad patente, exhibe una estampa sugestiva.
Más allá de las evidentes diferencias formales, el i40 sedan y el CW comparten genes. Decantarse por el envoltorio de tres volúmenes supone renunciar a la versatilidad de una cabina más amplia y desahogada. No obstante, la berlina brinda una notable habitabilidad. Sus plazas traseras, en concreto, apenas se resienten del declive del parabrisas posterior y permiten acomodar dos pasajeros de cierta envergadura; estos cuentan con suficiente espacio para las piernas y no tocan el techo con la cabeza. El maletero independiente ofrece 505 litros, 28 menos que el de la carrocería de techo largo.
mayor oferta motriz Otro de los aspectos en los que ambas variantes formales presentan diferencias es el del repertorio motriz. El sedan hace honor a su vocación de masas ampliando su elenco. Mientras el CW se comercializa solo con el propulsor diésel CRDI de 136 caballos, su estilizado hermano adopta también una mecánica gasolina 1.6 GDI y una segunda unidad gasóleo menos ambiciosa.
Los dos candidatos son conocidos ya por su aportación a distintos productos de la gama Hyundai. El de gasolina es el mismo motor de inyección directa que anima al Veloster. Su acomodo al nuevo soporte hace que el rendimiento final alcance los 135 caballos. Unido, como todos, a caja manual de seis marchas, acredita una grata agilidad (marca 195 km/h de punta y un 0-100 en 11,3 segundos). Además, su impacto económico y medioambiental resulta bastante comedido: promete gastar 6,4 litros a los cien y emitir 149 g/km de CO2.
Por su parte, la nueva mecánica diésel no es sino la variante comedida del mismo 1.7 common rail. Va asociada a la definición Blue Drive, que instala ajustes aerodinámicos (parrilla adaptativa para regular la entrada de aire) y sistema Start&Stop para mitigar el consumo y la contaminación. Los 115 caballos de este motor empujan a la imponente berlina con más dignidad que brío. Aunque su intervención procura una velocidad máxima decorosa (192 km/h), le cuesta un poco desperezarse para llegar hasta 100 km/h (12,3 segundos). A cambio, se conforma con 4,3 litros de promedio óptimo, lo que supone un nivel de dióxido de carbono de 113 g/km.
La ejecución superior del propulsor 1.7 CRDI, compartida con el formato familiar CW, entrega 136 CV (330 Nm de par) y garantiza reacciones bastante más alegres. Propone la configuración Blue Drive y la convencional, disponible a su vez con caja manual y con transmisión automática. La interpretación de bajo impacto medioambiental empata en velocidad máxima (201 km/h) y en poder de aceleración (10,3 segundos hasta 100) con la manual; ambas aventajan ligeramente a la automática (197 de punta y 11,6 segundos). En cambio, los registros de gasto y de emisiones del Blue Drive son mucho mejores: 4,5 litros y 119 g/km frente a 5,1 y 134 de la versión normal (la automática firma 5,1 litros de promedio y 134 g/km).
equipo completo El Hyundai i40 ajusta cuentas gracias al descuento promocional de 1.500 euros, con lo que horquilla su tarifa entre 19.690 y 31.60 euros. Se sitúa así en el mismo plano económico que las berlinas más destacadas de la categoría (Mondeo, Laguna, Avensis, Insignia, C5, 508, Mazda6, etc.). En consecuencia, a la hora de decidirse por este o por cualquiera de sus rivales hay que valorar otros factores. Algunos son tan subjetivos como la estética o la imagen de la marca. Otros, como el nivel de equipamiento, resultan más mesurables.
En ese punto el modelo coreano arranca con cierta ventaja al salir de fábrica bastante bien pertrechado. Hyundai programa cuatro definiciones de producto (City, Blue Drive City, Blue Drive Tecno y Style). Incluso la más modesta y asequible de ellas surte al coche con una larga lista de elementos, principalmente de seguridad. Contempla, por ejemplo, nueve airbags, reposacabezas delanteros activos y controles de estabilidad y de tracción. También incorpora aire acondicionado, radio CD con mp3 y seis altavoces, retrovisores y cuatro elevalunas eléctricos, luces diurnas y ópticas traseras de LEDs, asistente de arranque en pendiente, freno de estacionamiento eléctrico, ordenador de viaje, reglaje eléctricos de faros, etc.
Los acabados superiores van agregando paulatinamente nuevas sofisticaciones: llantas de aleación de 16 y de 17", climatización, proyectores antiniebla, autoencendido de faros y limpiaparabrisas, alerta por cambio involuntario de carril, control de presión de los neumáticos, indicador de marcha idónea, arranque por botón, sensores de aparcamiento, faros de xenón direccionales, navegador, etc.