Cuando BMW se planteó condensar la receta de sus berlinas en un automóvil de hechura escueta pocos apostaron por el éxito de la iniciativa. Siete años después la casa bávara estrena una meticulosa reedición del Serie 1, un modelo que pese a aquellas dudas iniciales suma ya cerca de un millón trescientos mil adeptos. Suplantar a un producto con tal aceptación ha obligado a evolucionar la imagen y los contenidos sin modificar radicalmente la identidad del original. La sucesión se materializa con el formato de cinco puertas -en 2012 asomará el resto de envases-, que crece unos centímetros, pone énfasis en el diseño y la calidad, al tiempo que confía en un elenco de motores mejorados. Hay un Serie 1 a partir de 25.950 euros.
La edición que acaba de irrumpir en el mercado se acerca mucho al objetivo del constructor alemán, empeñado en proponer un compacto capaz de liderar la categoría más selecta. Por imagen y contenido -también por precio- el recién llegado ocupa uno de los puestos elevados del escalafón. Se sitúa, por tanto, ante el punto de mira de una clientela exigente que no precisa la envergadura de una berlina pero sí ambiciona muchas de sus cualidades.
La progresión del modelo moderniza y confiere elocuencia a su fisonomía. Lejos de discrepar del discurso estético de BMW, el nuevo diseño viene a reforzar el refinamiento deportivo que integra el ADN de la casa. Para empezar, el Serie 1 se ha hecho mayor: es más largo, ancho y capaz. La carrocería se prolonga 8,5 centímetros (alcanza 4,32 metros), aunque solo 3 de ellos incrementan la batalla. Por eso, el progreso en habitabilidad es leve. Obedece al aumento de la anchura interior (gana 1,7 cm.) y a la posición algo más baja de los asientos (la altura del techo no varía el 1,42).
En consecuencia, sigue siendo un automóvil adecuado para usuarios sin grandes demandas de transporte, principalmente personas solas o parejas. Acoge a bordo cuatro ocupantes adultos; los de las plazas delanteras pueden ser de cierta corpulencia dadas las facilidades de reglaje de los asientos, no así los de las posteriores. La nueva generación también aumenta el volumen carga ya que el portaequipajes tiene 360 litros, 30 más que antes.
cinco motores El catálogo inicial del Serie 1 contiene cinco alternativas motrices, dos de gasolina y tres de ciclo diésel. Todas son unidades con arquitectura de cuatro cilindros provistas de inyección directa y sobrealimentadas por turbo. Se asocian a caja de cambios manual de seis marchas, con posibilidad de montar, por primera vez en la categoría, transmisión automática secuencial de ocho relaciones. También dispone de la función Auto Start/Stop, que desconecta el motor en las paradas para atenuar consumo y emisiones.
En la vertiente gasolina se alistan las versiones 116i y 118i, animadas por dos ejecuciones distintas del motor de 1.598 centímetros cúbicos. La modesta aporta 136 CV, potencia que permite rodar a una punta de 210 km/h y saltar de 0 a 100 en 8,5 segundos; requiere un mínimo de 4,5 litros a los cien y emite al menos 129 g/km de CO2. La variante superior aporta 170 CV, ventaja que se traduce en la posibilidad de rodar a 225 km/h y de acelerar hasta 100 km/h en 7,4 segundos; necesita 5,8 litros de media y expela 134 g/km.
La faceta gasóleo contempla tres interpretaciones consecutivas del propulsor de dos litros. La 116d suministra 116 CV, la 118d 143 y la 120d 184. Sus prestaciones de velocidad y aceleración son acordes al rendimiento: de 200 a 228 km/h y entre 10,3 y 7,2 segundos hasta 100 km/h. Menos acusadas son las diferencias del consumo medio ideal, que oscila de 4,3 a 4,6 litros, con lo que las emisiones de dióxido de carbono quedan entre 114 y 122 g/km.
Cualquiera de estos motores, cada uno según sus posibilidades, ofrece una grata y decidida respuesta a las solicitudes del piloto. Los retoques aplicados a la unión al suelo de esta nueva generación contribuyen a mejorar la dinámica de conducción al conferir al coche una grata sensación de aplomo.
urban y sport El modelo oferta una terminación básica y dos puestas en escena diferenciadas, Sport y Urban. Estas responden, respectivamente, a las expectativas de usuarios de talante deportivo y sofisticado. Las disparidades ornamentales no afectan a la meticulosa ejecución ni a la cuidada ambientación de ambas definiciones. Cada una de ellas requiere un desembolso suplementario de unos 1.800 euros, que justifican incrementando las dotaciones.
La definición esencial sale a la calle razonablemente bien pertrechada: seis airbags (delanteros frontales y laterales, así como de cabeza delanteros y traseros), ABS con asistente y control de frenado en curva, control dinámico de estabilidad y tracción, bloqueo electrónico del diferencial, sistema Auto Start/Stop, intermitentes con LEDs en los retrovisores, climatizador automático, radio CD con mp3, etc.
La línea Sport agrega llantas de aleación de 16" con radios de estrella, carcasas de los retrovisores en el color carrocería, paragolpes delantero y trasero con detalles en negro de brillo intenso, asientos deportivos, tapicerías y molduras interiores exclusivas y volante deportivo de cuero con costuras en rojo. La definición Urban se reconoce por las llantas de aleación de radios en V, volante deportivo de cuero y tapicería mixta cuero-tela.
Entre los complementos optativos destacan, además de la caja automática de ocho marchas y de tres paquetes opcionales, el Park Assistant y la Cámara de visión trasera, acceso a Internet a través del teléfono móvil del cliente y alerta de salida de trayectoria vinculada al dispositivo de aviso de colisión.