VITORIA. Robin Food, el programa de cocina de ETB, ha sobrepasado las trescientas emisiones. El espacio despierta pasiones y recelos. Tiene seguidores diarios que aplauden o critican con dureza la forma de actuar en la cocina de David de Jorge. Sus resultados están por encima de la media de la cadena. A algunos les parece un sacrilegio meter el dedo en el guiso para chuparlo con deleite. De Jorge piensa seguir haciéndolo porque, según dice, es una costumbre que no es de su invención, "viene desde la época de las cavernas".

Tiene muchos seguidores, pero también hay gente que critica con dureza su programa...

A mí no me llegan esas críticas, me llegan mogollón de correos diciendo que están muy contentos por esa invitación a la vida tan potente que hacemos.

Se quejan de que no es un cocinero al uso.

Eso es verdad, no soy un cocinero al uso, soy un cocinero excesivo. De todas formas, estando como está la tele, si alguien encuentra controversia en mi programa es que no ve la televisión.

¿Cómo está la televisión?

Es un nido de víboras y se ha convertido en una letrina nauseabunda y si algo cultivamos en nuestro programa es intentar alegrar el ojo al televidente. Además, haciendo lo mismo que el 90% de la población cuando cocina en su casa.

¿Qué hace el 90% de la población cuando cocina en su casa?

Cocinar con arrojo y naturalidad. Pero ¿de qué se queja la gente?

Del lenguaje…

No hablo como Umbral, pero creo que tengo un lenguaje chulo.

Según algunos, dice muchos tacos.

Es que entonces no ven la tele. ¿Qué problema hay en decir algún taco? Si se quejan por eso es que no ven mi programa. Será que la gente está mosqueada y metida en esa cruzada contra ETB que hay por la calle.

Meter el dedo en el guiso no queda como muy correcto delante de una cámara.

Eso lo sigo haciendo, porque meter el dedo en el guiso es algo que se viene haciendo en la cocina desde la época de las cavernas. Y lo voy a seguir haciendo. Se hace en todas las casas.

Hay quien dice que usted es a la cocina lo que Torrente a las películas policíacas...

No sé qué decir. Soy cocinero, no he visto ninguna película de Torrente y no sé exactamente qué opinar, creo que él es bastante nauseabundo y yo me ducho todos los días y me cambio de ropa. Es verdad que lo que hacemos es muy desenfadado, intentamos quitar hierro a la cocina, pero nos lo tomamos muy en serio. Intento reírme bastante y que el televidente también lo haga.

¿Natural como la vida misma?

Exactamente. Eso es lo que soy, guiso de la misma forma que lo hago para mi familia cuando estoy en casa. Solo que en la tele tengo que hablar y en casa estoy callado.

Un comentario sobre su programa: tiene un 10% de audiencia porque los 'frikis' atraen.

Seguramente soy un friki. Si ser friki es estar fuera de la norma, lo soy.

Uno de los apartados más curiosos es el de las 'guarrindongadas', ¿está dirigido fundamentalmente a los más jóvenes?

No te creas, nos escribe mucha gente mayor y sus guarrindongadas son las auténticas. De vez en cuando escribe gente y te cuenta una guarrada ocasional. Esa no me hace tilín. Me gusta la gente que confiesa que lleva muchos años comiendo tal y cual guarrada. Pienso que hay mucha gente que tiene su perversión gastronómica. El cien por cien de los humanos tenemos una mezcla escondida que sólo comemos en la oscuridad de la noche o cuando no nos ve nadie.

¿Por qué este apartado?

Quita mucho hierro, sólo son cinco minutos pero sirven para relajar. En esta tierra nos lo tomamos todo muy en serio, nos pasamos el día hablando de filosofía y haciéndonos pajas mentales. La guarrindongada tiene mucho significado.

¿Qué cree que puede opinar un nutricionista de su programa?

Si se detienen en él, sacarán muchas conclusiones de cómo nos alimentamos. Yo me preocupo de que las recetas sean buenas. Yo no hago un menú, hago recetas sueltas. Con las 780 recetas que ya he lanzado he dado forma a un recetario que cualquier nutricionista podría utilizar para que la gente se alimente correctamente.

¿Una dieta aconsejable sus recetas?

Sabes lo que te digo, que me da igual lo que digan los nutricionistas. Si lo ven de forma ocasional y un día me ven preparar unas manitas de cerdo en salsa dirán que es una locura meterse eso todos los días. En el programa he hecho guisotes, sopas y ensaladas, he hecho de todo. Que a un nutricionista no le guste, no es mi problema, esto es natural como la vida misma.

¿A qué viene el grito de 'Viva Rusia'?

Antes lo decía mucha gente. Soy de Hondarribia y desde pequeño he oído eso, todavía lo dice mucha gente. Un día lo dije en el programa y ha quedado como marca de la casa. Tiene relación con la época de Franco. Por lo visto era un grito rebelde. Si gritabas Gora Euskadi te podían llevar a chirona unos días. La gente lo sustituía por lo de Viva Rusia, te daban dos cahiporrazos, pero no te detenían por eso.

¿Se va a plantear contar chistes?

No, no soy capaz de contar un chiste. Lo que hago en el programa es lo que soy. No hay un guion y no hay ninguna estrategia detrás. Como no soy capaz de contar un chiste, no lo cuento. Intento alegrarle la vida a la gente, nada más. Intento que la gente no cambie de canal y que esté veinticinco minutos viendo lo que hace un anormal como yo.

Lo de anormal lo ha dicho usted.

Es que lo soy, soy anormal, no tengo ningún problema en decirlo.

¿Cuántos regímenes de adelgazar ha empezado a usted?

He hecho muchos en mi vida. Desde hace seis meses me he enfrascado en un nuevo intento. Estoy muy contento, me he quitado de encima 35 kilos.

¿Hasta dónde piensa llegar?

No considero que lo que estoy haciendo ahora es un régimen. Me alimento bien, aunque me privo de un montón de historias. No se trata de hacer dietas, es ser más disciplinado. Soy más ordenado en cuanto a desayunos, comidas y cenas. Es un ejercicio que me va a tocar hacer hasta que me muera.

¿Qué le han dado esos 35 kilos de menos?

Mi objetivo es perder kilos y recobrar la energía. Noto que me voy encontrando mejor cada día.

¿Muchas tentaciones?

Sí, claro. Estoy delante de cosas muy apetitosas todos los días y me meto en la boca lo que me conviene. Muchas cosas que me apetecen no las como.

¿Sufre mucho?

No sufro mucho, soy un hombre muy disciplinado y soy un hombre también muy feliz.

Llega la operación bikini, ¿no va a dar las claves de su régimen?

Muchas de las recetas que yo hago son cosas que como habitualmente. Se puede comer de todo, de casi todo, pero siempre bien y con moderación.