vitoria. Adela Ucar se estrena hoy en 21 días, el programa de reportajes de Cuatro que hasta ahora protagonizaba Samanta Villar. Tiene 30 años, es de Bilbao, vive en Sopelana y ha tenido una proyección profesional nada convencional. Ahora muestra su ilusión con un formato diferente a los demás y visto desde como algo nada cómodo. Durante tres semanas vivirá vidas que no le corresponden, vidas al límite en muchas ocasiones, y tendrá que resolver problemas que nunca ha encarado. Se ve capaz de hacerlo y cree que su experiencia profesional avala su capacidad de adaptación. De la anterior etapa del programa no le hubiera gustado hacer los reportajes de fumar porros o el del porno y le parecieron difíciles de asumir el de la anorexia o el de la ceguera.
¿Qué significa este proyecto para usted?
Para mí es un avance muy importante, es una posibilidad para aprender, para poder madurar y para hacer un formato diferente en televisión.
¿Cómo ha visto la parte realizada por Samanta Villar?
Ha sido un trabajo muy novedoso. Es un formato que hasta ahora no se había visto en televisión. El periodista es el protagonista de las historias y cada uno de los reportajes es una vivencia única para la persona que las lleva a cabo. A través de sus experiencias de 21 días también entramos en la vida de cada uno de los colectivos que han salido en los reportajes.
Ella ha hecho temas bastante duros. ¿Va a seguir la misma línea?
Los programas que están por hacer son con vivencias muy duras y potentes. La línea del programa sigue las mismas características y no se van a repetir temas. Hay contenidos diferentes, pero igualmente duros e interesantes.
¿Cómo definiría a Samanta Villar?
La considero una gran profesional, una persona muy valiente y que tiene una capacidad de adaptación impresionante.
¿Se ve con la misma capacidad de adaptación?
Eso está por ver, hasta ahora no he vivido situaciones tan límites como para ponerme a prueba, pero sí he tenido experiencias profesionales que me han llevado a viajar por el mundo yo sola, con unos presupuestos muy limitados y con un tiempo muy limitado para hacer ese trabajo. Me he visto en contextos complicadas estando yo sola y creo que tengo las armas necesarias para hacer un buen trabajo.
Tres semanas viviendo vidas que no le corresponden. ¿No le han llamado loca en su entorno?
Hay personas a las que les sorprende mucho que una periodista se preste a vivir experiencias como las que ha vivido Samanta. Cuando estás en televisión las cosas que haces toman una dimensión mayor de lo que debe ser. Hay otra mucha gente que trabaja en ONG, personal sanitario docente, que están día a día en situaciones complicadas y que hacen labores con grandes dosis de exigencia y no tienen ninguna repercusión porque no hay una proyección mediática o no están en el punto de mira.
¿Ha hablado con Samanta de cómo se viven estas experiencias?
Sí, he hablado mucho con ella. Me ha dicho que no es tan duro como parece o como la gente lo percibe. Opina que son situaciones llevaderas a pesar de la dureza de vivir vidas que son ajenas a la mayoría de la gente.
A nivel internacional, usted ganó un premio de Discovery Channel para jóvenes realizadores. A nivel personal, ¿qué ha sido de su vida entre ese premio y "21 días"?
Estuve trabajando con Discovery Channel en Singapur. Después me surgió bastante trabajo. He estado trabajando como presentadora en Guías Pilot-Lonely Planet, es un programa de viajes, también hice un programa de viajes sin límite en Inglaterra. En éste, recorría países conflictivos, he estado también en Españoles por el mundo, he hecho Mucho viaje y también he producido reportajes especiales.
Su vida es pura aventura...
La verdad es que sí. A veces me preguntan si estoy preparada para llegar hasta aquí. Desde que empecé mi historia profesional, he venido haciendo un poco más de lo mismo. 21 días es un paso grande, va en la misma línea de lo que he hecho hasta ahora y creo que sí estoy preparada. No soy nueva en este mundo, no soy nueva en la televisión, he viajado muchísimo, he viajado sola.
¿Bilbao como ciudad se le ha quedado pequeña?
No, qué va, en absoluto. Soy de Bilbao y siempre que tengo un día libre me voy a Sopelana. Ahora vivo ahí, mi residencia está allí y quiero que sea así por mucho tiempo. A mí me gusta combinar el estar en casa con el viajar. Si el trabajo me da la oportunidad de viajar, tengo el equilibrio perfecto, poder viajar por todo el mundo y luego estar en mi casa: dedicarte a los tuyos, a ti y a tu casita.
¿No tiene el programa nada previsto para Bilbao?
Por mí encantada, quién sabe, los temas están un poco sin decidir, pero no importaría nada grabar en Bilbao.
De lo que ha visto de Samanta, ¿qué reportajes diría que no puede hacer usted o que no le gustaría protagonizar?
El de los porros y el del porno. Creo que en ninguno de los dos me vería yo. Me alegro mucho de que estén hechos y de que no vayamos a repetir ningún tema, es un peso que me quito de encima.
El de los porros supongo que no le gusta porque no es fumadora.
No, no soy fumadora de porros, y creo que hay una diferencia muy importante entre fumarte un porro y hacer risas con tus amigos a estarte un total de 21 días fumando porros.
¿En el tema del porno es por pudor?
Sí, por pudor y porque es vivir una situación que no me atrae nada. Como he dicho antes, me alegro de que esté ya hecho. Es un reportaje difícil para mí.