Cuando descargamos aplicaciones tenemos que tener ciertas precauciones. En smartphones y tablets lo primero que debemos hacer es descargarlas únicamente desde tiendas oficiales. Si por ejemplo queremos descargar la app Zoom, que se ha puesto tan de moda estos días, lo haremos desde Google Play o App Store, y desde ningún sitio más, ya que de lo contrario podríamos infectar nuestros aparatos con virus o malware. Y eso es precisamente lo que ha pasado: muchas personas han caído en trampas de ciberdelincuentes y han descargado Zoom desde páginas falsas creadas específicamente para infectar dispositivos.

En ordenadores, intentaremos utilizar estos servicios de reuniones online como desde las páginas de las empresas creadoras de estos servicios; usaremos los navegadores y evitaremos instalar programas. Si queremos instalar el programa en el ordenador, utilizaremos las páginas de las empresas que lo han creado para realizar las descargas desde ahí, y únicamente desde ahí.

Cuando usemos estas apps de reuniones y videoconferencias siempre se recomienda cerrar la sesión al terminar la reunión. Si utilizamos la función de compartir pantallas compartir pantallasdebemos asegurarnos de que ya no estamos compartiéndola, y además de comprobar de que la aplicación o servicio ha dejado de grabar, volveremos a tapar las cámaras de ordenadores y dispositivos. Además, tendremos cuidado con la información que mostramos y desactivaremos las notificaciones de emails, mensajes o diferentes servicios que puedan mostrar alertas dando información privada que otras personas pueden ver.

En los smartphones y tablets, antes de descargar una aplicación se recomienda mirar a qué tipo de información quiere acceder. Hay aplicaciones que acceden a mucha más información de la que necesitan para realizar su función. Para ello, en el apartado información adicional de Google Play miraremos los permisos que piden. Si son muchos y valoramos que no los necesitan para realizar su función, seleccionaremos otra app diferente. Desde los ajustes generales de los dispositivos podemos ver a qué información están accediendo las aplicaciones y podemos darlos y quitarlos en cualquier momento.

Mejor de pago

Si realmente vamos a usar una app, se recomienda usar las de pago, ya que nos aseguramos de que van a tener menos publicidad y generalmente no van a cotillear información. Hay muchas aplicaciones genéricas gratuitas que se crean exclusivamente con el objetivo de recopilar información de los dispositivos en los que se instalan, concretamente información de la galería de fotos. Buscan fotos de DNIs, pasaportes, fotos de tarjetas de crédito o documentación importante que podemos tener. Este tipo de apps cotillas suelen ser gratuitas e incluyen juegos creados específicamente para niños.

También podemos ver el número de descargas que tiene cada aplicación y las opiniones de otros usuarios, aunque esto no suele tener relación con la cantidad de información que recopilan o no, sino con su funcionamiento.

Antes de descargar apps desconocidas, por ejemplo si son nuevas y están teniendo mucho éxito en poco tiempo, podemos hacer una búsqueda en Internet para saber si tenemos que tener alguna precaución con ellas o no.

En todos los teléfonos menos en los iPhones, que aún no se puede, se recomienda tener un antivirus también descargado desde Google Play. Muchos antivirus, además de detectar aplicaciones maliciosas, también nos informan cuando alguna está accediendo a demasiada información de nuestro dispositivo.

En el mundo digital nadie regala nada, y cuando un servicio es gratuito significa que no se paga con dinero, pero todo tiene un coste, y si no se paga con dinero se paga con información.