No es la primera vez que el cocinero Karlos Arguiñano desliza comentarios irónicos de corte político en su programa, pero esta vez ha estallado de verdad y su crítica a los políticos mientras como quien no quiere elaboraba una receta ante los espectadores ha tenido un eco espectacular en las redes sociales durante este fin de semana. Una crítica de tres minutos que ha sido aprovechada por cada cual para arrimarla a su sardina.

En su último episodio de su programa, Cocina Abierta de Antena 3, el chef comentar la gestión de la pandemia, sobre todo en lo que tiene que ver con los confinamientos geográficos. "Sobresaliente le van a dar a nuestros gobernantes. Nos tienen locos, ¿verdad?", comentaba Arguiñano. "Hay algo que no entiendo: yo, por ejemplo, guipuzcoano, no puedo ir a La Rioja. Que está aquí al lado, pegados. Fíjate si me gusta ir a La Rioja e ir a comer a la 'Alameda', en Fuenmayor. Tengo unas ganas. Pues yo no puedo ir", dijo el chef irritado por la situación.

Con su característico sentido del humor, el cocinero imitó a los dos turistas franceses tras aterrizar en Madrid poniendo un peculiar acento francés: "Aquí hay juerga, aquí mucho bonito, todo juerga y hay fiesta y venimos aquí a disfrutar, todos estamos muy contentos de venir a España". " Sin embargo los franceses vienen como locos a España, que entran por Barajas, parece ser, la mayoría de ellos. ¿Eso cómo es? ¿Me lo podéis explicar? Que nosotros no podamos ir a saludar a nuestros abuelos, a nuestros mayores, con todos los cuidados y que los franceses vengan, se mamen como osos, porque se maman como osos, los hemos visto, porque lo están dando en televisión todo el día", exclamó.

"A mamaros como osos, con la mascarilla aquí (exclamó señalándose la barbilla), enseñando el culo a las cámaras... ¿Qué tiene que venir, Macron? ¿Los de aquí qué, no van a ponerse a mandar?", continuó visiblemente enfadado. "Vamos a controlar un poquito el país porque bastante tienen los políticos con sus rollos, que son insufribles. Estamos los españoles hasta el moño de los políticos. Hasta el moño. No hay un moño solo, parece ser que moños llevan casi todos, porque se comportan como unos 'moñosos'. ¡Qué 'gorileros' son! ¡Qué barbaridad, qué ganas de estar sentados en unos asientos!", añadió sobre el veto a la movilidad entre regiones y provincias en España, que acepta vuelos de otros países.

Para concluir propinó un sonoro zasca a los políticos del país: "Es que mientras están discutiendo no están gobernando. Y tenemos tantos... Si hubiera 100 buenos... pero tenemos 10.000 malos. 100 buenos nos bastarían para que España fuera un país líder, pero claro, con 1.000 malos, somos el hazmerreír". El desahogo del cocinero vasco fue interpretado por algunos como una crítica al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y por otros como un sopapo a la gestión del PP, en concreto de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por la flexibilidad de las restricciones impuestas en Madrid, especialmente en el sector de la hostelería y el toque de queda.