Mikel Laskurain es uno de esos actores que viven la profesión. Sabía cuando empezó en ella que no iba a ser un camino de rosas, pero también sabía que era lo que más le gustaba. Hoy con sorna comenta que no sabe hacer otra cosa que dar vida a personajes, pero es que tampoco quiere ser otra actividad. Está en la nueva ficción que desde la semana pasada emite el primer canal de Euskal Telebista, Beti mugan. En la entrevista también habla a los lectores de cómo fue el rodaje de Patria.

¿Cómo ve a su personaje en Beti mugan

Soy el perro faldero de la alcaldesa. Mi personaje fue el secretario del marido de ella y ahora lo es de esta mujer, que tiene un carácter y unas ideas muy particulares. Todo lo que ordena ella, él lo cumple. Ni rechista, lo de perro faldero es una buena definición.

Viven en un pueblo sin covid.

Tiene unos 150 habitantes y es el único pueblo de Euskadi que no tiene ni un positivo. El covid no ha pasado por allí y eso tiene también sus problemas. La alcaldesa se arremanga y decide cerrar el pueblo para impedir que el virus entre en él. Ni se puede salir ni se puede entrar. Nos aísla y eso también nos trae sus problemas.

Así que también hay problemas en un paraíso anticovid.

Falta abastecimiento, falta comida… Las vacas del pueblo, que son famosas porque ganan todos los concursos de la zona, empiezan a perder entusiasmo, pierden calidad y ya no son las mismas. Les falta el doping.

¿Dopan a las vacas?

Por el bien del pueblo. Hay que traer doping de donde sea y ahí estamos, pasando la frontera. Parece que estamos en México. La frontera es un riachuelo y allí andamos, nos pasamos el tiempo trapicheando.

¿Y qué dice la oposición?

¿Oposición? Este es un pueblo pequeño que tiene a la rica del lugar, y es el personaje que interpreta Itziar Aizpuru. Todo el pueblo depende de ella y el ayuntamiento cada vez tiene menos dinero. Esta decisión le está costando muchos disgustos a la alcaldesa…

Nadie está de acuerdo, ¿no? Vamos, como si fuera la Euskadi real.

Eso es. Se le enfadan los mayores. Los jubilados están enfadados porque no pueden ir a Benidorm con el Imserso, los jóvenes no pueden salir de juerga… La alcaldesa la ha liado gorda.

¿Es este su primer trabajo después de haber rodado Patria

Bueno, he hecho teatro, es algo que nunca dejo de hacer., pero en televisión sí, es mi primer trabajo después de la serie de HBO. He estado muy contento haciendo de nuevo una serie, a ver si podemos seguir así.

¿Cómo fue hacer Patria?

Toda una experiencia. Fue un trabajo que se abordó como hay que abordar todo: con paciencia, ensayos, hablando mucho del personaje con los directores… Tuvimos tiempo para pensar, tiempo para rodar. Estuvo todo muy cuidado. Se trabajó con mimo en todos los aspectos de la series, desde el vestuario a las propuestas que llevábamos desde de casa. Me sentí muy arropado. El sentirte arropado también se nota en el producto final. Supongo que eso ocurre en cualquier otro oficio.

¿Se identificó con el personaje?

La verdad es que este personaje, Joxian, no tiene muchas diferencias conmigo mismo. Luego pasa lo que pasa en el desarrollo de la serie. Lo abordé como si todas las tramas en las que estuve fueran parte de mi vida.

La época no coincide con la suya.

Exactamente no, pero son pequeños detalles los que nos separan. Él es mayor que yo, viste distinto, ahora somos más de cerveza que de vino. Él trabaja mucho en la huerta. Incluso yo, en la vida real también tengo huerta y la trabajo desde hace años. Se me hizo bastante fácil dar vida a este hombre. Era una serie en la que había mucha verdad y había que trabajar desde ella. Aunque la serie era compleja, pienso que hasta el más tonto aprendería, sobre todo a base de hacer mal algunas cosas, que es como se aprende. Primero mal para luego hacerlas bien o, por lo menos, un poco mejor. Era compleja, pero el tiempo te da oficio y yo llevo treinta años en esto.

Patria fue una historia que abordaba muchas sensibilidades. Sensibilidades a flor de piel aún en la sociedad vasca.¿Surgen dudas a la hora de decidir hacer a este personaje?Patria

Sí, sí que hubo dudas. Era volver al mismo tema. Y estamos un poco saturados de él. Últimamente, muchas de las cosas que se graban aquí giran en torno a este conflicto y piensas: Joder, otra vez hablar de esto. ¿Por qué no hacemos una de vaqueros? Te lo piensas. Pero la novela estaba escrita, yo no he escrito esta historia. Soy un monigote, así nos llaman a los actores en teatro.

¿Monigotes? Un poco despectivo, ¿no le parece?

No, no lo es. Y sí, somos monigotes a los que utilizan para contar una historia. Hay personajes que nada tienen que ver contigo. Incluso me ha tocado hacer de uno de las SS, un alemán nazi que llevaban al crematorio a un buen número de niños. Un actor no es más que una herramienta para contar una historia que otro ha escrito.

Su primer gran trabajo como actor fue Goenkale, una serie que nadie imaginó con tan largo recorrido.

Estuve en la serie las cuatro primeras temporadas, pero cuando empezamos a grabar Goenkale era para un trimestre. Luego fíjate el tiempo que estuvo. Me tocó una buena edad para estar en esta historia y tener un trabajo medianamente fijo. Era la edad de ser padre, de meterme en un piso…

A los actores les gusta cambiar de personaje y no eternizarse en un solo papel.

Bueno, digo fijo, pero exactamente no lo era. Tu personaje podía ser atropellado por un coche en cualquier momento.

Siempre en manos de los guionistas.

Ellos son los que deciden qué es lo mejor para la serie, y lo mejor puede ser que vivas para siempre, hasta que termine, o que te mueras o cambies de lugar de residencia. Así es la vida en este oficio. Pero en Goenkale, ya digo, tuve suerte y durante cuatro años disfruté de mi trabajo y tuve cierta seguridad económica.

Un actor que se ha forjado en la calle, o eso dice usted.

He hecho mucho trabajo de calle, sí. A mí, la calle me ha enseñado muchísimo. Al contrario de lo que parece, en la calle, al igual que en un escenario, la gente te está mirando y se da cuenta de todo. No hace falta hacer un espectáculo grande, los que te ven se quedan con todos los detalles. La calle exige mucha verdad. Es el tú a tú en directo, tienes a la gente muy cerca.

También su mujer es actriz. Todos los huevos en la misma cesta.

Exactamente. Ella lleva también más de treinta años con esto. Hasta ahora hemos aguantado. Siempre estás con ese miedo, ahora… uf, andamos un poquito de vacas flacas. Algo saldrá, ahí estamos, tenemos un montaje de teatro, estamos ensayando, pero como siempre, a la espera de que salgan fechas. Un poco justos, pero no es novedad, nuestra vida, la de los actores, siempre es así.

Coincidieron ustedes dos en Goenkale

Sí, pero no nos conocimos allí, venía de antes. Fue casualidad, nos hicieron el casting y nos colocaron de pareja.

¿Eran ya pareja?

Sí, lo éramos, pero los de la serie no lo sabían. Algo vieron, algo se olieron y pensaron que nos podíamos llevar bien. De todas formas, para cuando empezó Goenkale éramos pareja desde hacía algunos años. Hemos pasado juntos muchos momentos, los buenos y también los malos.

¿Habrá algún momento en el que la palabra crisis no vaya pegada al mundo de los actores?

¡Qué va! ¡Qué va! Este oficio nuestro es precioso, pero está muy mal. Imagínate, ahora el Covid, das positivo y ya no estás cotizando, ya no está cobrando. Los ensayos, nos pagan una mierda. Mi madre le paga más a la que le limpia la casa que lo que yo gano en los ensayos. Las horas de estudio de casa no te las paga nadie.

Era algo que sabría cuando se metió a titiritero.

Claro que lo sabía, lo sabemos todos. Nadie es ajeno a la situación. Se crean situaciones de crisis, se aprovechan, no sé quién, de que nos gusta y como te gusta, pues te jodes, haber estudiado.

¿Y por qué se hizo actor?

Me hice actor sin pensarlo dos veces. Te apuntas en un curso en el instituto, te sale bien, la gente te anima, te sientes bien; te apuntas a otro curso, acabas en una escuela de teatro… Y cuando te quieres dar cuenta, resulta que eres actor. No puedo decir que desde niño quería dedicarme a esto, a mí la vida me ha llevado poco a poco. Me metí en esa rueda y hasta hoy.

¿Se ha arrepentido alguna vez?

Nunca. Eso sí que no. Puedes pasarlo mal alguna vez, puedes tener dudas, pero esta es una profesión, cómo te lo diría yo…

¿Qué está hecha para usted?

Ja, ja, ja… Ha llegado el momento en el que te das cuenta de que no sabes hacer otra cosa.

PersonalEdad: 56 años. (27 de abril de 1965).

Lugar de nacimiento: Bergara (Gipuzkoa).

Trayectoria: Su historia con el mundo de la interpretación comienza cuando se apunta a un curso de teatro en el instituto. Después de terminar en la escuela de teatro de Donostia se enfrentó a la realidad que conlleva ser actor. Su primer gran trabajo llegó de la mano de Goenkale, y estuvo en esta serie durante cuatro temporadas. Ha trabajado en películas como Aupa Etxebeste! y Agur Etxebeste! La ardilla roja, Obaba o Loreak también forman parte de su currículo cinematográfico. Ha participado en Patria con uno de los personajes masculinos principales, Joxian. Ahora se le puede ver en ETB-1 en Beti mugan.