- Se dice mucho eso de que la belleza va por dentro, y parece que algo de verdad tiene. Una investigación científica de la Universidad de Indiana ha descubierto que no son unas palabras de consuelo o vacías. Según los hallazgos de este reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, ser generosos puede volvernos más atractivos, por lo que invitar a la cena puede significar mucho más que un mero detalle de cortesía. A los participantes en el estudio se les mostraron imágenes en vídeo de varias personas y se les pidió que le pusiesen nota a su atractivo físico. Al calificar el atractivo de los sujetos, sin que los participantes supiesen nada más acerca de ellos, tendían a percibir como más guapos a los más generosos. Según los investigadores, los resultados demuestran que tendemos a ver como más guapas a aquellas personas que son propensas a compartir con los demás. Y lo mismo sucede al contrario: las personas que más dan y comparten suelen ser percibidas como más atractivas. Compartir es vivir, suele decirse, y tal vez también sea ligar.