Los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reúnen este lunes para tratar el nuevo repunte en la crisis entre Serbia y Kosovo, después del encuentro de emergencia del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, con el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, por separado para reducir las tensiones, tras la detención de tres policías kosovares por parte de las autoridades serbias.

Durante la cita en Luxemburgo, Borrell presentará a los titulares de Exteriores los resultados de la reunión de emergencia en la que todas las partes coincidieron en la necesidad de repetir las elecciones en el norte de Kosovo y tomar medidas para desescalar la violencia.

"Si quieren hablar de normalización tienen que empezar por resolver esto", ha asegurado el responsable de Exteriores de la UE en declaraciones a medios españoles, después de reconocer que la situación está en "el peor momento" tras incidentes "muy graves" como el ataque a fuerzas de la misión de la OTAN en Kosovo.

La UE ha pedido a Pristina nuevas elecciones en las cuatro localidades en conflicto y garantías tanto a Serbia como a Kosovo de la retirada de policías y manifestantes en las inmediaciones de los edificios de gobierno municipales.

La diplomacia europea espera que el encuentro entre Veintisiete sirva para reforzar la unidad en el mensaje y mantener la presión para que Pristina y Belgrado den pasos para rebajar la tensión. "Las partes deben hacer una serie de cosas. Si conseguimos que haya elecciones y volver a la normalidad, continuaremos el diálogo: esta es la única forma de resolver el conflicto", ha subrayado un alto cargo de la UE de cara a la cita del lunes.

El bloque mantiene medidas contra Kosovo tras constatar la falta de avances para desescalar la tensión en los municipios del norte, de mayoría serbia, después de que los alcaldes de origen albanés tomaran sus cargos tras unas elecciones boicoteadas ampliamente por la mayoria serbokosovar y que la UE pidió que se repitieran.

En concreto, ha adoptado la suspensión de visitas de alto nivel y la congelación de la cooperación financiera con Kosovo, unas medidas "temporales y reversibles en función de la evolución de la situación sobre el terreno".

Aunque, los ministros de Exteriores de los Veintisiete no tendrán sobre la mesa más sanciones este lunes, la UE recalca que "habrá consecuencias" si Belgrado y Pristina no frenan la espiral de tensiones. De esta forma, se espera que el asunto vaya a la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE cuando se reúnan en el Consejo Europeo de finales de semana, en el que repetirán la idea de que el bloque está listo para tomar medidas si no cesan las hostilidades.

La detención de los tres agentes fue el penúltimo episodio de años y años de crisis cuyo último repunte comenzó primero por un conflicto sobre el proceso de matriculación de los vehículos y ha ido escalando con el paso del tiempo hasta conocer un nuevo apogeo después de las elecciones locales en el norte de Kosovo, anticipadas debido a la renuncia en bloque de los alcaldes serbokosovares en repulsa al Gobierno de Pristina.