La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este domingo que la UE está estudiando la posibilidad de entregar un paquete de ayuda para Túnez por un valor de hasta 900 millones de euros aunque ha dejado entrever que el país norteafricano debe completar para ello unas difíciles negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un préstamo para aliviar la grave crisis económica que atraviesa.

"La Comisión Europea está considerando una ayuda macrofinanciera tan pronto como se alcancen los acuerdos necesarios. Estamos listos para movilizar hasta 900 millones de euros para este propósito y, como medida inmediata, la UE podría aportar hasta 150 millones de euros adicionales ahora mismo", ha hecho saber.

Cabe recordar que la agencia de calificación Fitch rebajó el viernes la nota crediticia de Túnez a 'bono basura' en un nuevo golpe a la deteriorada economía del país norteafricano, ahora mismo atascado en las negociaciones finales con el FMI para obtener un préstamo imprescindible de cara a una futura recuperación.

Fitch esgrime que la rebaja "obedece a la incertidumbre en torno a la capacidad de Túnez para movilizar los fondos suficientes a la hora de cubrir los enormes requisitos de financiación que debe cumplir". Concretamente, la agencia pronostica que el Gobierno tunecino necesitará financiación por valor del 16 por ciento del PIB en 2023 (unos 7.500 millones de euros) y de un 14 por ciento en 2024 (unos 7.300 millones de euros) "muy por encima de la media del 9 por ciento registrada entre 2015 y 2019".

La nueva calificación CCC- demuestra, además, "el fracaso" de las autoridades tunecinas, con el presidente, Kais Saied, a la cabeza, "a la hora de poner en práctica el programa pactado con el FMI", cuyo cumplimiento es imprescindible para obtener financiación y garantizar este préstamo de 1.900 millones de dólares (1.764 millones de euros), como el recorte del gasto público.

En el mejor de los casos, Fitch pronostica que las negociaciones entre Túnez y el FMI concluirán con éxito a finales de año, pero avisa que esta fecha es "mucho más tardía que la prevista inicialmente" y el riesgo de ruptura de las conversaciones "sigue siendo elevado".

Estabilidad y prosperidad

Von der Leyen ha viajado a Túnez acompañada de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y del primer ministro neerlandés, Mark Rutte. El objetivo de este viaje es impulsar la "estabilidad y la prosperidad" a través de un paquete de ayuda que incluye cinco pilares: desarrollo económico, inversión y comercio, energía, migración y contacto persona-persona.

Así, Von der Leyen ha apostado por mejorar el acuerdo comercial bilateral y ha destacado la importancia del proyecto Medusa para la construcción de un cable de datos submarino que conecte a once países del Mediterráneo con una financiación de 150 millones de euros.

En el ámbito de la energía, Von der Leyen ha destacado el "tremendo" potencial de Túnez y se ha referido al proyecto de cable eléctrico submarino ELMED que conectará Italia y Túnez.

En cuanto a la migración, la dirigente europea ha subrayado el "enorme interés" de Bruselas en combatir el negocio del tráfico de seres humanos. "Estamos trabajando en una asociación contra el tráfico de personas. Vamos a apoyar a Túnez en la gestión de fronteras", ha resaltado, y ha recordado que este mismo año la UE aporta 100 millones de euros a Túnez para gestión de fronteras, operaciones de rescate, lucha contra el tráfico de seres humanos y retorno.

En el quinto pilar, Von der Leyen ha anunciado una "ventana" específica para la juventud tunecina dentro del programa de intercambio educativo Erasmus+ que estará dotada con siete millones de euros. Por último, Von der Leyen ha destacado el respaldo de la UE al "viaje a la democracia" iniciado por Túnez en 2011 y ha reconocido que ese proyecto puede ser "difícil" en ocasiones.

Por su parte, Meloni ha destacado el apoyo europeo a las negociaciones de Túnez con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha expresado su intención de convocar una cumbre internacional sobre migración que se celebraría en Roma.

Mientras, Rutte ha destacado la importancia de la visita conjunta a Túnez y ha subrayado las gestiones "excelentes" en el marco de la migración con vistas a un futuro acuerdo.

Los tres se han reunido con el presidente tunecino, Kais Saied, un encuentro en el que también se ha abordado la cuestión de la migración, ante el creciente número de migrantes que llegan a Italia procedentes del norte de África.

Policía de "fronteras ajenas"

Antes de la cita con los dirigentes europeos, Saied había avisado de que su país no se convertirá en la "Policía de las fronteras ajenas". "Rechazamos que nuestro país sea reducido al papel de simple policía que vela escrupulosamente por la protección de las fronteras ajenas", ha manifestado Saied durante una visita a la ciudad costera de Sfax, precisamente uno de los principales puntos de partida de la ruta migratoria por el Mediterráneo en dirección a Europa.

Saied ha enlazado este discurso con un rechazo a ultranza de las acusaciones que le señalan por alentar una ola de violencia xenófoba contra los migrantes subsaharianos que entran en el país.

"Abogamos alto y claro a favor de una solución eminentemente humanista en un marco colectivo según estándares que preserven la dignidad humana donde todos deben contribuir en el cumplimiento de las leyes del Estado", ha asegurado el presidente en declaraciones recogidas por el portal Kapitalis.

El mandatario, no obstante, dedicó unas palabras a los "pseudodefensores de los Derechos Humanos" que siguen "molestando con sus lecciones morales" al proponer el aperturismo seguro de las rutas migratorias.

"Deberían avergonzarse de ver esta imagen oscura y lúgubre de una humanidad pisoteada, al servicio de las grandes redes del tráfico de personas y órganos", ha añadido el mandatario, que acusó a los países del norte del Mediterráneo de ejercer una política de doble rasero.

"Cuando se trata de proteger a sus países, se apresuran a exigir el cumplimiento de la ley. Cuando nos exigen cosas a nosotros, a los de la orilla sur, el tono cambia y las peticiones ya no son las mismas", ha añadido Saied a sabiendas de que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, forma parte de la delegación europea.

La oposición denuncia la deriva autoritaria de Saied tras la detención de líderes disidentes y de proceder con unas elecciones boicoteadas por la oposición que contaron con una participación del 10 por ciento.

En todo caso, la UE ha debatido los últimos meses cómo dar pasos adelante para estabilizar el país ante el deterioro económico y social que ha provocado también un auge en la migración ilegal a través del Mediterráneo central.