Los Estados miembro de la Unión Europea han llegado este viernes a un acuerdo 'in extremis' para adoptar la décima ronda de sanciones contra Rusia por la invasión militar de Ucrania, un paquete que marca el aniversario de la agresión rusa y tendrá un impacto de 11.000 millones de euros, según cálculos de la Comisión Europea.
"Juntos, los Estados miembro de la UE han impuesto las sanciones más contundentes y de mayor alcance jamás vistas para ayudar a Kiev a ganar la guerra. La UE está unida a Ucrania y al pueblo ucraniano. Seguiremos apoyando a Ucrania mientras sea necesario", ha señalado la Presidencia sueca del Consejo de la UE.
Con esta nueva ronda de sanciones los Veintisiete redoblan la presión contra el Kremlin y sus cómplices con un paquete que llega en el primer aniversario de la invasión, como se habia propuesto la UE para responder a la nueva ofensiva de Moscú. La nueva tanda incluye restricciones a las exportaciones de elementos tecnológicos europeos clave para el funcionamiento del Ejército ruso y también están dirigidas contra Irán por su apoyo a Rusia en el contexto de la guerra.
El paquete, acordado dos horas antes de que terminara la fecha límite, incluye el veto a la importación de productos industriales rusos como el asfalto o la goma sintética, un elemento que ha centrado las discusiones los últimos días ante las divisiones en el seno de la UE por la cuota permitida o el periodo de transición para aplicar la prohibición de las importaciones.
Además, el bloque da un paso al frente con exportaciones de recursos clave para la producción industrial rusa como armas, camiones, vehículos agrícolas y forestales o drones, todo elementos que pueden ser usados para la logística militar de Rusia en Ucrania.
En el marco del décimo paquete, la UE añade a un centenar de individuos y entidades a su 'lista negra', tales como mandos militares y políticos, además de propagandistas y responsables de esparcir desinformación sobre la invasión rusa de Ucrania.
En total, después de un año de invasión rusa, la UE ya impone sanciones a más de 1.300 personas y más de 170 entidades, incluido el presidente ruso, Vladimir Putin, y altos mandos militares, funcionarios y empresarios que cooperan con el Kremlin para facilitar la agresión de Ucrania.
Las nuevas restricciones ponen el foco en el fenómeno de la circunvalación de las sanciones y habrá un mayor control a nivel de los Estados miembro para controlar los bienes embargados y con medidas para evitar que se sortean las sanciones.