Los países de la Unión Europea empezaron a abordar cómo puede ser su relación con Rusia en el futuro, y aunque por el momento es "difícil" de prever a causa de la agresión que lleva a cabo contra Ucrania, los Estados miembros comparten varios enfoques, indicó este martes el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Borrell señaló, en una conferencia de prensa al término de un Consejo de ministros de Defensa comunitarios, que durante la reunión del lunes de los titulares de Exteriores se abordó un enfoque de la relación con Rusia "que todo el mundo pudiera compartir".

"Nos enfrentamos a una guerra. Es muy difícil decir cómo será nuestra futura relación, quién sabe cómo y cuándo", dijo, y recordó que actualmente tienen que lidiar con una Rusia que es "el agresor de Ucrania".

En todo caso, apuntó a que hay en la UE "fuerte unidad" sobre seis puntos que resumen la posición europea frente a Moscú.

En primer lugar, lograr el aislamiento de Rusia a nivel internacional para que pierda la "batalla geopolítica" de las narrativas mientras se le siguen aplicando medidas restrictivas.

En segundo, buscar que Moscú rinda cuentas por las violaciones de derechos humanos y de la ley internacional perpetradas durante la invasión de Ucrania.

Otro punto se centra en apoyar a los países vecinos, incluidos los de los Balcanes Occidentales, para afrontar las consecuencias globales de la guerra, incluido el "empleo como arma" que hace Rusia de la seguridad alimentaria y energética a raíz de la guerra en Ucrania, indicó Borrell.

Recordó que, durante la cumbre del G20 en Indonesia este lunes, los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, "pidieron que los alimentos y la energía no sean utilizados como arma".

A continuación, Borrell afirmó que la UE debe trabajar más estrechamente con la OTAN y con socios de todo el mundo, así como "rechazar la noción de esferas de influencia", un concepto que pertenece "al siglo pasado", dijo.

También defendió que la UE reconstruya su seguridad energética y proteja sus infraestructuras críticas ante la "manipulación de la información".

Finalmente, se refirió a la necesidad de apoyar a la sociedad civil y a los medios independientes dentro y fuera de Rusia, y a hacer frente a las "crecientes amenazas a la seguridad y al orden público en la Unión Europea".

"(El presidente ruso, Vladimir) Putin creía que algunos acontecimientos en la arena internacional podían serle útiles", dijo en referencia a las elecciones en Estados Unidos, la actitud de nuevos gobiernos en Europa o los efectos de los altos precios de la electricidad, que durante el invierno podrían "debilitar" a las sociedades.

Antes de la invasión rusa de Ucrania, la UE guiaba sus relaciones con Moscú de acuerdo a cinco principios.

En concreto, la total implementación de los acuerdos de paz de Minsk para pacificar Ucrania tras la agresión de 2014 -en la que Rusia se anexionó Crimea y Sebastopol-, estrechar relaciones con los vecinos del Este, reforzar la resiliencia de la UE, comprometerse selectivamente con Moscú en asuntos de interés comunitario y los contactos entre pueblos para apoyar a la sociedad civil rusa.