El Consejo (los países de la Unión Europea) y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo político provisional para aumentar el objetivo del bloque de absorción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por los bosques y otros sumideros naturales.

En virtud de este pacto logrado la pasada madrugada, el objetivo de la UE para 2030 para la eliminación neta de gases de efecto invernadero (GEI) en ese sector se establecerá en 310 millones de toneladas equivalentes de CO2, que es alrededor de un 15 % más que en la actualidad, informaron en sendos comunicados el Consejo y el Parlamento, que tendrán que aprobar formalmente el acuerdo antes de que la nueva ley pueda entrar en vigor.

El objetivo de la normativa sobre el uso del suelo, el cambio de uso del suelo y la silvicultura es aumentar progresivamente las absorciones y reducir las emisiones para alcanzar el objetivo a escala de la UE.

"El acuerdo contribuirá a una mejor protección y gestión de la tierra y los bosques en toda la UE y aprovechará plenamente el potencial de eliminación de emisiones", dijo el ministro checo de Medio Ambiente, Marian Jurecka, cuyo país ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE.

"Ahora tenemos un objetivo y salvaguardas más ambiciosos, como mejores datos y requisitos de informes más estrictos, más transparencia y una revisión para 2025", añadió el negociador por parte de la Eurocámara, el finlandés Ville Niinistö.

El eurodiputado destacó que, "por primera vez, esta legislación considera la biodiversidad y la crisis climática en conjunto y los estados miembros también deberán tomar en cuenta el principio de no causar daño significativo".

La actual normativa estará vigente hasta 2025

Según el acuerdo provisional, las reglas actuales según las cuales las emisiones no superan las absorciones (la "regla de no débito") seguirán aplicándose hasta 2025, mientras que para el período 2026-2030, en el que las absorciones deben superar las emisiones, cada estado miembro tendrá un objetivo lineal vinculante para 2030.

Paquete de medidas para reducir las emisiones de carbono

Se trata de la tercera parte legislativa del paquete "Fit for 55" para descarbonizar la UE en 2050 que se aprueba, tras el acuerdo logrado hace dos días sobre objetivos de reducción de emisiones más estrictos para los estados miembros en el transporte marítimo nacional y por carretera, los edificios, agricultura, residuos y pequeñas industrias y el logrado a finales de octubre para prohibir la venta de coches y furgonetas nuevas con motor de combustión a partir de 2035.

Cambio del uso de la tierra

Con esta revisión del Reglamento sobre el uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y el sector forestal, el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero de la UE para 2030 se eleva al 57 %.

Así, además de los objetivos nacionales para 2030, este último acuerdo establece un compromiso para que cada estado miembro alcance una suma de emisiones y absorciones netas de gases de efecto invernadero para todo el período de 2026 a 2029 ('el presupuesto 2026-2029'). El presupuesto se basará en una trayectoria de valores anuales indicativos de absorciones y emisiones.

Otra novedad del acuerdo es que mantiene la posibilidad de comprar y vender unidades de remoción entre los estados miembros y utilizar las asignaciones de emisiones anuales excedentes bajo la regulación de esfuerzo compartido para alcanzar los objetivos.

Asimismo, mantiene una flexibilidad general para apoyar a aquellos estados miembros que tienen dificultades para cumplir sus objetivos debido a causas naturales (como incendios forestales, plagas y los efectos del cambio climático y los suelos orgánicos en las emisiones), siempre que la Unión en su conjunto cumpla su objetivo para 2030.

Se endurece el mecanismo de flexibilidad

Por otra parte, el pacto endurece los criterios para evaluar si se está cumpliendo el objetivo a escala de la UE y, en consecuencia, si se puede utilizar el mecanismo de flexibilidad, pero hasta un límite fijo, siempre que, entre otras condiciones, presenten pruebas a la Comisión siguiendo una metodología bien definida.

El acuerdo introduce también un mecanismo de gobernanza en el Reglamento, incluidas las medidas a tomar si un estado miembro no cumple su objetivo nacional en el segundo período.

La Comisión presentará un informe dentro de los seis meses posteriores al primer balance global en virtud del Acuerdo de París (que se llevará a cabo en 2023), sobre la inclusión de las emisiones de gases de efecto invernadero distintas del CO2 de la agricultura en el ámbito de aplicación de la regulación y el establecimiento de objetivos para el sector del uso de la tierra más allá de 2030.