El líder del Partido Demócrata italiano (PD, centroizquierda), Enrico Letta, avisó ayer de que las elecciones en Italia –previstas para el próximo 25 de septiembre– serán “determinantes” para la Unión Europea (UE), al enfrentar un bloque proeuropeo a una derecha “nacionalista”. “Nunca como ahora, desde 1948, unas elecciones italianas fueron tan determinantes para los equilibrios europeos”, vaticinó el ex primer ministro en la apertura de la dirección nacional de su partido.

El objetivo del cónclave es preparar la campaña electoral de las generales de 25 de septiembre, convocadas la semana pasada tras la dimisión del primer ministro, Mario Draghi, todavía en funciones. Letta alertó de que en la campaña surgirán dos bloques: uno progresista y centrista, que él mismo trata de componer, y el de la derecha populista de Hermanos de Italia de Meloni, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y la conservadora Forza Italia de Silvio Berlusconi.

“El empate no está contemplado (...) O gana la Europa comunitaria, de (programa) Next Generation EU, del Erasmus y la esperanza, o la Europa (del presidente húngaro Viktor) Orban, del (partido español) Vox o de (la ultraderechista francesa) Marine Le Pen”, avisó.

“Debemos evitar que Italia se vea como aliada de gobiernos como el de Hungría o Polonia, fijándose el objetivo de acabar con el Pacto Verde europeo y retroceder en los pasos fundamentales que estamos sacando adelante a nivel europeo”, avisó.

Para Letta, “nunca antes en Italia estaba en tela de juicio el futuro de la sociedad italiana y la libertad de millones de jóvenes”. Por ello, ha instado a “reconocer el trabajo de los más jóvenes”. Letta volvió a apostar por una campaña electoral de bloques, y apuntó que el resultado será o ellos, la izquierda, o Meloni, consciente de que la política ultra encabeza todos los sondeos tras año y medio como única oposición a la coalición de unidad nacional de Draghi.

El líder del PD, principal formación de centroizquierda del país, trata de conformar una gran coalición de partidos progresistas, de centro y europeístas que pueda hacer frente a la alianza de la derecha capitaneada por Meloni. Para ello negocia con el partido del exministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, con la Italia Viva de su excorreligionario Matteo Renzi y con otras pequeñas formaciones.

Sin embargo, los últimos días ha dado por zanjada la colaboración con el Movimiento 5 Estrellas, a quienes culpa de la caída de Draghi por retirarle su apoyo: “El camino conjunto se interrumpió y no puede ser retomado”, señaló.

A juicio de Letta la discusión sobre el liderazgo “es absurda” y ha incidido en que “si el partido lo requiere, asumirá por completo el papel de candidato” a las elecciones el pasado domingo.

Salvini pide hablar menos

Por su parte, el líder del partido ultraderechista Liga, Matteo Salvini, manifestó ayer que hablar sobre el futuro gobierno italiano supone una “pérdida de tiempo” e indicó que, de cara a las elecciones previstas para el 25 de septiembre, “cuanto menos tiempo pasen los políticos hablando de este tema mejor”.

“Pasar los días hablando de liderazgo es una pérdida de tiempo”, ha especificado antes de manifestar que “los italianos elegirán a quién votar y, el que tenga más votos, gobernará”. “No veo dónde está el problema”, expresó el líder de la formación de la derecha.

En este sentido, Salvini indicó que invitará a la líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el ex primer ministro y presidente del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, a la reunión del partido prevista para este miércoles. “Nos centraremos solo en los programas”, manifestó, según informaciones de la agencia de noticias Adnkronos.

Además, insistió en que las partes abordarán “lo que sucederá a partir del 26 de septiembre”. “No veo por qué cuestionar alianzas”, insistió, si bien defendió que el “centro-derecha se muestra por fin compacto después de tres años”.