- Nunca se podrá compensar el daño hecho a las víctimas de abusos, sostiene Pedro Strecht, coordinador de la comisión que investiga las violaciones a menores en la Iglesia portuguesa y que ha documentado ya 290 casos, apenas “la punta del iceberg”.
De estos 290 casos validados por la Comisión independiente que lidera Strecht, solo 16 han llegado a la Justicia porque, en su mayoría, los delitos han prescrito, las víctimas prefieren mantener el anonimato o no identifican a su agresor.
Son denuncias, precisa la comisión, que incluyen desde mensajes obscenos a tocamientos, abusos y violaciones, cometidas a menores de entre 2 y 17 años, desde 1950 hasta la fecha.
Entre las víctimas hay más hombres que mujeres, “de todos los niveles de instrucción y de todo el país”, concluye la comisión en su balance de tres meses de trabajos.