- El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, reveló ayer que Washington está conversando con sus aliados en Europa para prohibir la importación de petróleo de Rusia, en lo que supondría un nuevo golpe a la economía rusa en represalia por la guerra en Ucrania. Blinken explicó en una entrevista en CNN que el pasado sábado habló por teléfono sobre ese tema con el presidente estadounidense, Joe Biden, y otros miembros del Gobierno.
“Estamos ahora -explicó- conversando con nuestros aliados europeos y nuestros aliados para mirar de manera coordinada a la posibilidad de prohibir la importación de petróleo ruso mientras nos aseguramos de que hay una oferta suficiente de petróleo en los mercados globales. Las conversaciones son muy activas”.
Prohibir las importaciones de petróleo privaría al Kremlin de una importante fuente de ingresos, pero podría perjudicar a la economía mundial al provocar una subida de precios de la energía, ya altos de por sí, por lo que los gobiernos occidentales se han resistido a adoptar esa medida por ahora.
En EEUU, legisladores demócratas y republicanos han presionado a Biden para que Washington deje de comprar petróleo y productos derivados del crudo de Rusia con el argumento de que los ingresos de esas importaciones sirven al Kremlin para financiar la guerra en Ucrania.
Aunque el veto al petróleo ruso ha ganado apoyo en EEUU a nivel doméstico, la Unión Europea (UE) aún no ha expresado su aprobación. En una entrevista ayer con CNN, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, reiteró su deseo de que Europa deje de depender de Rusia, diversifique sus fuentes de energía y acelere su inversión en energías renovables No obstante, rechazó hacer comentarios sobre cualquier conversación con Washington acerca del petróleo ruso. La UE depende de Rusia para el suministro de energía, ya que importa el 41% del gas natural y el 27% del petróleo que consume de ese país.