- El Parlamento italiano empezará a buscar un nuevo jefe del Estado en apenas dos días, pero los partidos políticos, encargados de consensuar un candidato, siguen enrocados y lejos de un acuerdo, sin desvelar las cartas que sacarán durante la partida. Los nombres que estudian los líderes para encargar la mayor dignidad de la República son muchos y cambian cada día y solo una candidatura permanece inamovible, la de Silvio Berlusconi, apoyado a regañadientes por sus socios de la coalición derechista. Este lunes el Parlamento, en sesión conjunta -630 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales-, empezará a buscar al sucesor de Sergio Mattarella en el Palacio del Quirinal para los próximos siete años. Y salvo sorpresas, no será fácil.

“Hay tres o cuatro hipótesis. Es complicado, pero el jueves o el viernes tendremos un presidente. No os preocupéis si ahora escucháis una rueda de nombres”, avisó ayer uno de los protagonistas de la negociación, el ex primer ministro Matteo Renzi.

A dos días de que den comienzo las votaciones, los líderes han intensificado sus encuentros, algunos impensables hasta hace poco, para llegar al lunes con algún nombre que ofrecer.

El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, se vio con el del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Giuseppe Conte, tras la bronca que derivó en la ruptura del Gobierno que compartieron hasta el verano de 2019. Y el secretario del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, se vio con el de Italia Viva (IV), Renzi, quien en 2014 le desbancó del Ejecutivo pese a ser colegas y años después rompió la formación llevándose a 50 parlamentarios.

Son solo elucubraciones ya que nadie se atreve a desvelar su estrategia antes de que de comienzo la elección. Ni siquiera se ha pronunciado el único que no ha escondido su voluntad de presentarse, Silvio Berlusconi, a quien sus socios, Salvini, y los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, piden que anuncie su candidatura. El magnate sigue buscando apoyos en el Grupo Mixto, consciente de que la derecha, si bien con más peso en el Legislativo, no tiene los números para imponerse.

Una figura que podría recabar consenso es la de Draghi, desde hace un año en un Gobierno de unidad apoyado por todos menos por Meloni, pero los partidos temen que su “ascenso” a la presidencia tumbe al Ejecutivo y cause un adelanto electoral.

Uno de los temas más debatidos ha sido qué hacer con los cerca de 35 parlamentarios actualmente positivos y a quienes la ley les impide viajar a Roma y votar. El Gobierno aprobó ayer un decreto que, como excepción, autoriza a los contagiados o a los aislados de forma preventiva a viajar a la capital en su vehículo o en su ambulancia para acudir al Parlamento y votar “el tiempo estrictamente necesario”.

Mario Draghi (74 años). El expresidente del BCE abrió la puerta a esa posibilidad en la rueda de prensa de fin de año. Se trata de la única persona que contaría actualmente con el apoyo de todas las fuerzas políticas para ser jefe de Estado por su valor institucional y prestigio internacional.

Silvio Berlusconi (85 años). Es la primera vez en la Historia de la República que un político hace campaña para ser elegido presidente. Berlusconi, de 85 años, tres veces primer ministro, pero también condenado por evasión fiscal recibiría sólo los votos de la derecha y no son suficientes. Por lo que sus aliados están ya pensando en un candidato alternativo.