El Gobierno portugués aprobó este jueves una estrategia nacional que prevé reducir la tasa de pobreza al 10 % de la población, lo que permitiría sacar de esta situación de vulnerabilidad a 660.000 personas, y reducir a la mitad la pobreza infantil.
La Estrategia Nacional de Combate a la Pobreza, aprobada en consejo de ministros, establece objetivos hasta 2030, cuando espera reducir la tasa de pobreza al 10% de la población, en un país con 10,3 millones de habitantes. De esta manera, está previsto sacar a 660.000 personas de la situación de pobreza, el doble de lo acordado en el plan de acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales aprobado por los países de la UE en la Cumbre Social realizada el pasado mayo en Oporto.
La estrategia portuguesa también es más ambiciosa que el compromiso europeo en la reducción de la pobreza infantil, señaló la ministra de Presidencia, Mariana Viera da Silva, en la rueda de prensa posterior al consejo.
"Siguiendo el plan europeo, el país tendría que sacar a 120.000 niños de la pobreza y la meta que asumimos es de 170.000", dijo, lo que corresponde a una reducción de la pobreza infantil a la mitad.
En Portugal, la tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) se situó en el 16,2% en 2019, porcentaje que en el caso de los menores de edad aumenta hasta el 19,1%, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE). La ministra subrayó que el Gobierno socialista luso tiene "un objetivo claro de ir más allá del compromiso europeo" y señaló que para esta estrategia contribuirán medidas de ámbitos como la sanidad, la educación, la vivienda o el empleo, pero no especificó cuáles.
El instrumento busca "concretar un enfoque multidimensional y transversal de articulación de las políticas públicas para la erradicación de la pobreza", insistió. La estrategia, aprobada a mes y medio de las elecciones, es además una de las reformas que contempla el Programa de Recuperación y Resiliencia luso, que la establece como meta para este año.