- El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó ayer su compromiso con la unidad y soberanía de Europa, reiteró la importancia de las relaciones transatlánticas y se mostró abierto al diálogo con China y Rusia, al tiempo que aludió a la inviolabilidad de las fronteras.

El logro europeo es una cuestión nacional, aseguró el canciller en su primera declaración de gobierno ante el Bundestag (Cámara Baja), y agregó que hace tiempo que Europa ha dejado de ser un asunto de política exterior para pasar a formar parte del día a día de cada ciudadano.

Garantizó que Alemania seguirá esforzándose por construir puentes en la línea de sus predecesores. “Si queremos ser escuchados y no convertirnos en un juguete para potencias extranjeras, si queremos defender el estilo de vida europeo, sólo podemos hacerlo juntos como Unión Europea”, aseguró Scholz para quien “la cohesión y la soberanía son las tareas para Europa”.

El canciller subrayó la necesidad de que Europa incremente su capacidad de actuar, para lo cual debería ser norma la posibilidad de decidir en el Consejo por mayoría cualificada en todos los ámbitos, algo que no lleva a una pérdida sino a una mayor soberanía, afirmó.

En su intervención abogó por una “cultura política europea del debate constructivo” que tenga como objetivo hallar siempre la mejor vía más allá de los intereses nacionales, pero sin dejar de respetar la historia y la diversidad y “conscientes de lo que nos une como europeos” .

Scholz se refirió a Francia como principal aliado y agregó que la amistad franco-alemana es “fundamento irrenunciable” de la UE, aunque el futuro de Europa no se decide ni en París ni en Berlín.

Subrayó asimismo la importancia de las relaciones con Estados Unidos, al tiempo que aseguró que el Gobierno defenderá siempre el multilateralismo y las instituciones que lo representan. Para el canciller, la seguridad europea y la seguridad transatlántica “van de la mano”, por lo que aseguró que Alemania apoya una nueva Declaración Conjunta de la UE y la OTAN.

Por otra parte Scholz expresó su gran preocupación por el conflicto en la frontera ruso-ucraniana, advirtió de que “toda violación de la integridad territorial tendrá un elevado coste”.

Al mismo tiempo aseguró que Alemania está dispuesta a un “diálogo constructivo” para salir de la espiral de escalada de la tensión, lo que, agregó, no debe malinterpretarse como una nueva Ostpolitik alemana. “Una Ostpolitik en una Europa unida sólo puede ser una Ostpolitik europea”, dijo.

A juicio de Scholz, las fronteras deben seguir siendo inviolables, dijo también en alusión a la instrumentalización de migrantes por parte del régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, para lanzar un ataque híbrido en los países del este europeo. “Como Unión Europea no nos dejaremos dividir”, dijo al referirse asimismo a “estados no democráticos” como China, al que, sin embargo, llegó a ofrecer cooperación en desafíos globales como la crisis climática y la pandemia, sin dejar por ello de ser crítico ante la situación de los derechos humanos en ese país.

Asimismo aseguró que “Alemania y Europa ofrecen a China una competencia económica justa en el beneficio de ambas partes” y “con las mismas reglas de juego para todos”, zanjó el canciller.