Francia vive el nivel más elevado de contagios desde que empezó la pandemia, con una media superior a los 50.000 diarios en la última semana y 63.405 comunicados este martes, aunque el ritmo de progresión se ha reducido de forma que el pico puede estabilizarse o incluso empezar a bajar.
Antes de que la agencia sanitaria publicara en su página web estas cifras, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, especuló con la posibilidad de que se haya "alcanzado un pico epidémico", en una intervención en la Asamblea Nacional en la que reconoció que todavía no puede avanzar si ahora las cifras van a disminuir o estancarse.
Véran recordó, en cualquier caso, que las 50.000 contaminaciones diarias de las últimas fechas constituyen el nivel "más elevado que hayamos tenido desde el comienzo de la pandemia".
Las contaminaciones, que subían a un ritmo del 50 % semanal a comienzos de mes, habían pasado a crecer con una cadencia del 20-30 % siete días después y al 6 % este lunes.
Hasta este martes murieron oficialmente de covid en Francia 120.832 personas. En la última semana para la que la agencia sanitaria ha presentado datos, hasta el 10 de diciembre, se produjeron 804 fallecimientos.
Por lo que respecta a la situación en los hospitales, este martes había 14.800 personas internadas y 2.800 en las unidades de cuidados intensivos, cifras que llevan aumentando desde finales de octubre y que, según Véran, van a continuar con esa tendencia al menos dos semanas más.
No obstante, se está muy lejos de la situación de abril, cuando se llegó a más de 31.000 enfermos de covid en los hospitales y más de 6.000 en las ucis.
La diferencia, según las autoridades, la marca el nivel de vacunación. Un 76,1 % de la población tiene la pauta de inmunización completa, lo que supone más del 90 % si solo se tienen en cuenta las personas susceptibles de haber recibido la vacuna.
También avanza la campaña de vacunación de refuerzo, ya que se han administrado 15,9 millones de dosis.
A partir de mañana, los mayores de 65 años que no hayan recibido la inyección de refuerzo verán invalidado su certificado sanitario, que en Francia es imperativo para muchas actividades de la vida social, como tomar algo en un bar o en un restaurante, ir al cine, a un espectáculo, a un estadio, a una biblioteca o a un museo.