La Unión Europea ha dejado claro este miércoles que está dispuesta a salir en apoyo de Lituania en su pulso político con China y ha advertido de que responderá "contra cualquier tipo de presión política y media coercitiva" que se adopte contra un Estado miembro, en aras de la "unidad" y la "solidaridad" de la que presume el bloque.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, han expresado su preocupación por el supuesto rechazo de productos lituanos por parte del gigante asiático y han dicho estar en "estrecho contacto" con Vilna. Piden a Pekín que "aclare rápidamente la situación". La crisis nació, en realidad, hace unos meses, cuando Taiwán - territorio que China considera suyo pese a ser autónomo - abrió una oficina de presentación en Vilna.
"La evolución de las relaciones bilaterales entre China con un Estado miembro de la UE afecta al conjunto de las relaciones UE-China", han subrayado Borrell y Dombrovskis, que también han advertido de que Pekín podría estar incumpliendo sus compromisos bajo la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El detonante de la última escalada de tensiones políticas es la decisión de Lituania de estrechar lazos con Taiwán, un territorio que Pekín reivindica como propio. La UE ha apuntado que sigue "comprometida" con el principio de 'Una sola China', pero también ha advertido de que "mantendrá cooperación e intercambios con Taiwán en áreas de interés común".