- El Gobierno de Italia se prepara para afrontar una reforma de la Justicia de la que dependen los fondos europeos para la recuperación de la pandemia, y que ayer tenía prevista la primera votación, tras días de ásperas negociaciones sobre el texto. El resultado de la votación tras el debate en la Cámara de los Diputados -aprobación, por descontado- se conocerá en la madrugada.
El Gobierno “de unidad nacional” de Mario Draghi, que reúne a la práctica totalidad de los partidos del Parlamento excepto a la ultraderechista Hermanos de Italia, tiene prisa por aprobar esta reforma de la Justicia penal esperada desde hace décadas.
Tras su aprobación en la Cámara de los Diputados, el texto pasará al Senado para concluir su tramitación, algo que se espera ya en los próximos días, antes de la pausa estival, que arranca el viernes.
La reforma, a propuesta de la ministra y expresidenta del TC Marta Cartabia, ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para Draghi, ya que su socio más poderoso, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) no estaba de acuerdo en varios puntos.
La reforma acota los juicios: la apelación o segundo grado no excederá los dos años y los del Supremo no durarán más de uno. No obstante, se podrán alargar otros 3 años y un año y medio, respectivamente, si son considerados complejos. El temor es que algunos delitos muy graves quedaran en papel mojado, por lo que se establece que no tendrán límite de tiempo casos que prevean la cadena perpetua, como homicidios, terrorismo o pertenencia a la mafia.