El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió este miércoles que ningún jefe de Gobierno del Reino Unido debería "aceptar" los términos para la futura relación bilateral tras el Brexit que ha ofrecido hasta ahora la Unión Europea (UE).
Antes de reunirse esta noche con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en una cena en Bruselas, Johnson aseguró que todavía hay opciones de cerrar "un buen acuerdo" antes de la fecha límite del 31 de diciembre, si bien recalcó que la UE debe rebajar sus líneas rojas.
El mandatario británico señaló a las normas de competencia justa que quiere aplicar Bruselas y el conflicto sobre el acceso a las aguas pesqueras del Reino Unido como los principales escollos que bloquean los avances en la negociación.
"Nuestros amigos en la Unión Europea están insistiendo en que si ellos aprueban una nueva ley en el futuro con la que nosotros en este país no queremos cumplir o con la que no estemos de acuerdo, ellos tendrán el derecho automático a castigarnos y tomar represalias", afirmó el líder tory en la Cámara de los Comunes.
Consideró además que la que la UE presiona para que el Reino Unido sea "el único país en el mundo que no tendría control soberano sobre sus aguas pesqueras".
"No creo que esos sean términos que ningún primer ministro de este país debiera aceptar", recalcó el mandatario británico.
Johnson subrayó que el Reino Unido "prosperará poderosamente" incluso si dentro de 22 días rompe sus lazos con el bloque comunitario sin haber llegado a un acuerdo sobre su futura relación.
Según los cálculos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria británica (OBR, en inglés), un organismo independiente financiado por el Gobierno, un Brexit sin acuerdo reduciría en un 2 % el PIB británico en 2021.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha alertado por su parte de que las consecuencias de una ruptura abrupta con la UE serían a largo plazo más dañinas que la crisis económica del coronavirus.