- El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró ayer que Turquía no es a día de hoy un aliado en la región del Mediterráneo oriental, y dijo que pretende establecer con los socios europeos las líneas rojas para retomar un diálogo con el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan tras sus "prácticas inaceptables". "Nosotros, europeos, debemos ser claros y firmes, no con Turquía como nación, sino con el Gobierno del presidente turco que tiene comportamientos inadmisibles", dijo Macron en Ajaccio, donde preside la cumbre del Med7 para concretar posiciones con Chipre, Grecia, Italia, Malta, Portugal y España.
Macron señaló haber constatado que Erdogan es un aliado de la OTAN, pero un aliado "que ha realizado prácticas inaceptables", y destacó varios ejemplos como los acuerdos con el Gobierno de Acuerdo Nacional libio "negando el derecho legítimo de Grecia", perforación en zonas chipriotas y otras acciones en las que "multiplica las provocaciones".
Según el francés habrá que establecer líneas rojas que, en su opinión, deben ser el respeto de la soberanía de todo estado europeo, respeto al derecho internacional y la condena de todos los actores unilaterales. "Nuestro objetivo es evitar cualquier escalada pero eso no quiere decir pasividad y aceptación", dijo Macron. "El objetivo es la concordia, pero corresponde a Turquía aclarar sus intenciones. Deseo que los siete europeos podamos esta tarde establecer nuestra línea roja sobre lo que deseamos hacer para retomar un diálogo con Turquía de manera realista, es decir, lo que estamos dispuestos a hacer y lo que pedimos a cambio", añadió. Pero, insistió, esas exigencias no deben ser condicionales y "Europa debe tener una voz más unida y clara".
El jefe del Estado francés aseguró que la postura de Francia con respecto a Erdogan ha sido "constante" y que no busca la confrontación pero sí que ha dejado claro su apoyo a los Estados miembros de la UE cuando Turquía "ha realizado acciones unilaterales de provocación".
La región oriental del Mediterráneo asiste en los últimos tiempos a una escalada de tensión ante la política expansionista del gobierno turco y que afecta particularmente a Grecia y Chipre.