Grecia, Francia, Italia y Chipre llevan a cabo maniobras navales conjuntas en la costa sur chipriota para tratar de disuadir a Turquía de las prospecciones petroleras y de gas natural que está realizando en yacimientos del Mediterráneo oriental, incluso en aguas de terceros países, denunció la Unión Europea. Según las declaraciones del ministro de Defensa griego, Nikos Panagiotopoulos, en el diario heleno Kathimerini, los ejercicios conjuntos pretenden “demostrar el compromiso de los cuatro países mediterráneos con el Estado de Derecho como parte de las políticas de reducción de tensiones”. La maniobra no ha conseguido sino acrecentar la tensión en la zona, con amenaza de tintes bélicos incluida por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdogán: “Si quieren pagar un precio, dejemos que vengan y se enfrenten a nosotros”, dijo refiriéndose a Grecia.
El mandatario ya había condenado a principios de esta semana la preparación de estos ejercicios, acusando a Grecia de empeorar el clima en el Mediterráneo oriental. Ankara considera que las naves de los países de la UE suponen un peligro para la seguridad de navegación de todos los barcos que se encuentran en la región.
Este miércoles, el presidente turco advirtió de nuevo de que su Estado no renunciará a sus derechos ni hará “ninguna concesión” en sus aspiraciones sobre el mar Negro, el Mediterráneo y el Egeo, según el diario Daily Sabah. Precisamente en el mar Negro, Turquía ha localizado un importante yacimiento de gas natural con el que aspira a reducir su dependencia energética. “Si no tienen valor para enfrentarse a nosotros, deberían apartarse de nuestro camino”, advirtió el presidente turco durante un acto público en el que acusó a Grecia de actuar como un matón en el Mediterráneo. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa turco anunció en Twitter el desarrollo de ejercicios navales de mano de la Armada de Estados Unidos, que envió a la zona el destructor Winston S. Churchill. Turquía ha desplegado a su vez dos buques, el Barbaros y el Burgazada.
Atenas, por su parte, pidió a las autoridades turcas que pongan fin a las exploraciones de yacimientos energéticos en el Mediterráneo oriental, por entender que están entrando en zonas que exceden la soberanía de Turquía. El Gobierno griego recibió en estos llamamientos el respaldo de sus socios europeos y de la UE en su conjunto. La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, subrayó en Twitter tras el inicio de las maniobras militares que “el respeto del Derecho Internacional debe ser la regla y no la excepción”, en un momento en que “el Mediterráneo oriental se transforma en un espacio de tensiones”.
“Nuestro mensaje es simple: prioridad al diálogo, a la cooperación y a la diplomacia para que el Mediterráneo oriental sea un espacio de estabilidad, no un campo de juego de las ambiciones de algunos”, ha dicho Parly, incidiendo en que se trata de “un bien común”.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea abordarán mañana en un encuentro informal en Berlín la escalada de tensión en el Mediterráneo. Grecia y Chipre esperan que el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, redacte una serie de sanciones para imponérselas a Turquía. En todo caso, la diplomacia comunitaria defiende que se estudien “más opciones que sanciones” e insiste en iniciar un diálogo, algo que Atenas aceptaría siempre que no fuera “bajo amenazas ni coacciones”.
“Si Grecia quiere pagar un precio, dejemos
que venga y se
enfrente a nosotros”
Presidente de Turquía
“No somos jueces ni policías, queremos
que cambien
actitudes políticas”
Alto representante de Exteriores en la UE