La canciller alemana, Angela Merkel, insistió este miércoles en que la Unión Europea "no puede perder más tiempo" e instó a todos los países a que muestren voluntad de "compromiso" para cerrar un acuerdo en julio sobre el presupuesto europeo para 2021-2027 y el plan de recuperación de la economía.
En un discurso ante el pleno del Parlamento Europeo, la canciller subrayó que "los más vulnerables" son los que sufrirán de no lograrse un acuerdo pronto, y recordó que la UE se halla ante un reto "sin precedentes".
"Queremos alcanzar un acuerdo rápidamente. Ya hemos visto la convulsión en la economía, no podemos malgastar más el tiempo", dijo Merkel ante los eurodiputados, a quienes presentó también las prioridades de la presidencia rotatoria alemana del Consejo, que comenzó el pasado 1 de julio y se extenderá hasta el 31 de diciembre. Merkel subrayó que espera que se cierre un consenso sobre estos paquetes "antes de la pausa de verano".
El primer escenario en el que se abordará el tema será la cumbre de líderes europeos de los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas, a la que los países llegan con profundas divisiones sobre la cantidad o las condiciones de desembolso de estos fondos.
Si no se cerrara un pacto en este encuentro, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE podrían volver a reunirse de nuevo antes de que acabe julio.
En cualquier caso, la canciller insistió en que será necesario "ver muchos compromisos" de todas las partes involucradas en la negociación y recordó que, siendo una situación extraordinaria, Alemania dio, junto a Francia, un primer paso al plantear un fondo de recuperación de 500.000 millones de euros para desembolsar en subvenciones.
La Comisión Europea "ha tomado muchas facetas del plan franco-alemán" en su propuesta, dijo Merkel, en referencia al paquete de 750.000 millones para el plan de recuperación y de 1,1 billones para el presupuesto que Bruselas presentó en junio y que será una de las bases de la negociación.
En su intervención, Merkel destacó que, más allá de acordar este paquete presupuestario, la presidencia alemana quiere avanzar en asuntos como la reforma migratoria, la crisis climática o la digitalización del continente.