Berlín - La capitana del See Watch 3, Carola Rackete, que desafió a las autoridades italianas al atracar en la isla de Lampedusa con 40 migrantes a bordo, dice haberse sentido abandonada por el Gobierno alemán y en especial por el ministro de Interior, Horst Seehofer. “Sentí que me dejaban sola. Naturalmente hubo gente que quiso ayudar y ciudades que estaban dispuestas a acoger a nuestros refugiados pero eso fracasó porque el ministro de Interior no quería aceptar la oferta de las ciudades”, dijo Carola Rackete en una entrevista al semanario Der Spiegel.
“Mi impresión era que nadie quería ayudar verdaderamente en el ámbito nacional ni internacional”, agregó. Rackete considera que para hacer frente a la crisis migratoria se requiere un sistema de reparto solidario de las personas que lleguen a Europa.
“El sistema de Dublin que descarga toda la responsabilidad en los países que tienen fronteras exteriores de la UE no es justo”. Rackete sostiene que se vio obligada a emprender rumbo a Lampedusa por la difícil situación que había a bordo y porque no había en el horizonte una solución.
“Muchos pasajeros necesitaban ser tratados por especialistas. Teníamos un caso de sospecha de tuberculosis lo que no podíamos ni examinar ni mucho menos tratar a bordo”, dijo. - Efe