Londres - El análisis legal sobre el Brexit que el Gobierno británico se vio obligado a publicar ayer ha incrementado las críticas al acuerdo al que ha llegado con Bruselas la primera ministra, la conservadora Theresa May, que puede dejar al Reino Unido vinculado a la Unión Europea (UE) de manera “indefinida”. En un documento de seis páginas que era hasta ahora confidencial, el abogado general del Estado, Geoffrey Cox, alerta de que la cláusula de seguridad para evitar una frontera en Irlanda del Norte no prevé ningún mecanismo para que el Reino Unido abandone los arreglos aduaneros comunes sin el consentimiento de la UE.

Esa advertencia, que el Ejecutivo ha publicado por orden del Parlamento, alimenta la críticas del sector más euroescéptico del Partido Conservador y del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), cuyos diez diputados son clave para que el pacto se apruebe en una votación el próximo martes.

También ha provocado malestar en la oposición laborista, que ha forzado la publicación del análisis con una moción en la que acusaba al Gobierno de desacato al Parlamento.

Bajo el acuerdo respaldado por la UE el pasado 25 de noviembre, el conjunto del Reino Unido se mantendrá en un “territorio aduanero único” con el bloque comunitario hasta que no se llegue a un nuevo tratado comercial, mientras que Irlanda del Norte seguirá integrada en la actual unión aduanera comunitaria, según el informe de Cox.

Ese escenario persistirá “incluso si las partes están todavía negociando muchos años después, e incluso si las partes consideran que el diálogo se ha roto claramente y que no hay perspectivas de llegar a un futuro acuerdo comercial”, asegura el abogado general del Estado.

El diputado norirlandés del DUP Nigel Dodds fue uno de los parlamentarios que cargó contra el plan de la primera ministra tras hacerse público el documento. “La Comisión Europea y el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) continuarán teniendo jurisdicción” en Irlanda del Norte, sostuvo Dodds, que aseguró que la provincia británica deberá tratar al resto del Reino Unido “como un país tercero”. - Efe