Roma - El Gobierno italiano, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, cumple hoy 100 días al frente del país, un periodo que se ha caracterizado, entre otras cosas, por la política de mano dura contra la inmigración. El ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, en este tiempo ha prohibido que barcos de ONG con inmigrantes rescatados en el mar a bordo desembarquen en Italia. Además, ha echado un pulso a los países europeos para intentar lograr una reubicación de los inmigrantes que llegan al país desde África, con acciones como la retención de más de 100 eritreos durante cinco días en el barco militar Diciotti en Sicilia.

Pero no solo Salvini ha destacado por querer contener los flujos de migrantes hacia el país, todo el Gobierno está unido en esta iniciativa. Tanto es así que en una reciente reunión de ministros de Defensa de la UE, Italia propuso una “rotación” de los desembarcos en los puertos de los migrantes rescatados en el Mediterráneo central. En la Jefatura del Gobierno, el M5S y la Liga han aplicado políticas que les diferencien del anterior, han congelado la posible venta de la aerolínea italiana Alitalia y han impulsado el llamado “decreto dignidad”, contra la deslocalización de empresas y la precariedad laboral. Han defendido acabar con los sueldos vitalicios y con las llamadas “pensiones de oro”, que son las que tienen unos ingresos por encima de los 4.000 euros netos sin haber realizado contribuciones que se correspondan con esa cantidad y para lo que el M5S ya ha depositado un proyecto de ley, que debe ser aprobado en el Parlamento. - Efe