Bruselas - Cruzar el mar Mediterráneo es más mortífero que nunca antes. Es la conclusión del nuevo informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) tres años después de la muerte de Aylan Kurdi, el niño que conmocionó a buena parte de la sociedad europea. La UE alega con frecuencia que el número de llegadas ha caído en picado durante los últimos años; pero en términos proporcionales la cifra de fallecidos se ha duplicado en los últimos meses.

El hostigamiento del Gobierno italiano a las ONGs y navíos que rescatan a inmigrantes en el Mediterráneo Central, así como la mayor actuación de los guardacostas libios entrenados por la Unión Europea, ha vuelto a modificar las rutas migratorias. Italia ha dado este año el paso a España como principal puerta de entrada a Europa. En lo que va de año han arribado a costas españolas 28.970 frente a las 20.000 que lo han hecho a las italianas. La tendencia global también se repite en la península, aunque con matices: han aumentado las muertes de personas que intentaban alcanzar España, pero también las llegadas. En todo 2017 murieron 200 personas tratando de alcanzar suelo español; mientras que lo en lo que va de año ya son más de 300. Este último informe de Acnur revela que si bien es cierto que el número global de personas que llegan a Europa se ha reducido, el número de muertes ha aumentado proporcionalmente.

Desde enero a julio del año pasado, moría en el Mediterráneo una persona por cada 42 que pisaba suelo europeo. Durante el mismo periodo de 2018, perece una de cada 18. Es decir, la tasa de fallecimientos se ha duplicado en términos reales.

desconocido Preguntada este lunes sobre el informe, la Comisión Europea ha señalado a través de su portavoz Ernst Tove que desconocía la existencia de este informe. “Esta tragedia no es producto de las políticas de la Unión Europea. Hay modelos de negocio arropados por traficantes de personas que están explotando la miseria humana. Nuestra prioridad sigue siendo salvar vidas”, señalaba.