Un nuevo año, pero también muchas novedades para el automovilista y para los fabricantes de coches. Hay que estar muy atentos a todo lo que nos va a deparar este 2020, el año de los grandes cambios en movilidad.
La intención era que se aprobaran en 2019, pero la falta de acuerdo para sacar un Gobierno adelante ha provocado que todos los cambios en el carné de conducir, en el examen y en la ITV, se hayan retrasado. Por eso, tras la investidura recién aprobada se esperan llevar adelante todas estas modificaciones previstas.
Uno de los grandes cambios que se esperan para este año es la modificación en la obtención del carné de conducir. Y es que, si el plan del Gobierno sigue adelante (la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ya ha mostrado su disconformidad), los aspirantes tendrán que dar, obligatoriamente, ocho horas de clases presenciales, en las que se mostrarán testimonios de víctimas de accidentes de tráfico y se explicarán los riesgos del alcohol y las drogas o de una velocidad excesiva.
Estos cambios no quedan aquí. Y es que aquellos que suspendan el examen estarán obligados a esperar, al menos, 15 días para volver a presentarse a la prueba. Un plazo que se ampliará a 30 días entre el segundo y el tercer intento. A partir del tercer examen práctico, el periodo de espera será de 20 días entre prueba y prueba. Además, en todos estos periodos existirá la obligación de dar cinco clases prácticas antes de volver a presentarse a un nuevo examen.
En cuanto a la ITV, el cambio viene provocado por una obligación de la Unión Europea hacia los fabricantes, a quienes obliga a dar todos los datos técnicos necesarios a las estaciones de todos los coches que hayan sido matriculados a partir del 20 de mayo de 2018. Un cambio que entrará en vigor el 20 de mayo de 2020 y que facilitará el trabajo a los empleados.
Del mismo modo, los fabricantes tendrán que informar a los trabajadores sobre cualquier tipo de modificación o suplementos posteriores que influyan en la información técnica del vehículo. Todo ello será controlado por un responsable, cuyos datos de contacto tendrán que estar accesibles en la propia página web del fabricante.
El 1 de enero de 2020 entra en vigor la denominada Corporate Average Fuel Emissions (CAFE), que no es más que una nueva normativa comunitaria que obligará ya a los fabricantes de coches a que su media de emisiones de todos los vehículos que se matriculen al año no exceda los 95 gramos por kilómetro de CO2. Un dato: nuestras emisiones medias en 2019 estuvieron por encima de los 120 g/km de CO2, por lo que para alcanzar las cifras habría que reducirlas en un 30%.
Además, la DGT tiene preparada la primera reforma que afectará al Reglamento de Circulación: el establecimiento de un límite de 30 km/h para la ciudad. Como norma general, toda calle con un solo carril por sentido de circulación tendrá un límite de velocidad máxima de 30 km/h. Por estas vías, denominadas Calzadas a 30, podrán circular todo tipo de vehículos, incluyendo los VMP autoequilibrados y patinetes. Los peatones y vehículos de movilidad reducida deberán ir por la acera.
La distribución responde a la Ley 80/20. Esto quiere decir que solo el 20% de las calles soporta el 80% del tráfico. Son arterias principales de dos o más carriles o anillos perimetrales. Estas vías podrán tener una limitación de 50 km/h. El 80% restante soporta apenas el 20% del tráfico.
Barcelona ha tomado la delantera a todas las ciudades si hablamos de restricciones anticontaminación. Desde el 2 de enero los coches más contaminantes no podrán circular por la denominada Zona de Bajas Emisiones. Se trata de un espacio establecido a través de las rondas de Barcelona que es veinte veces superior a Madrid Central y que incluye algunas poblaciones limítrofes con la ciudad.
En Madrid, el proyecto de Madrid Central dejará paso a Madrid 360. El plan anticontaminación del nuevo gobierno entrará en vigor durante el primer trimestre de 2020 y rebaja algunas de las medidas puestas en marcha por la anterior corporación.
Desde el mes de enero, las autopistas AP-4 entre Sevilla y Cádiz y la AP-7 a su paso por Tarragona, Valencia y Alicante pasarán a ser gratis, es decir, se reconvertirán en autovías. Se suman así a la gratuidad de la AP-1 entre Burgos y Armiñón, activa desde 2018. Fomento ya ha iniciado los trámites para que las autopistas de peaje AP-2 (entre Zaragoza y El Vendrell) y AP-7 (entre Tarragona y La Junquera) pasen a ser gratuitas a partir de agosto de 2021.
El año también comienza con un nuevo marco común normativo transitorio que regula el uso de los vehículos de movilidad personal. En primer lugar, adelanta que un vehículo de movilidad personal (VMP) es un vehículo de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre los 6 y los 25 km/h. Los VMP no necesitarán autorización administrativa ni para circular, ni para conducirlos, ni tener un seguro obligatorio.