‘First Dates’, el famoso programa de citas presentado por Carlos Sobera en Cuatro, sigue siendo el escenario de muchas historias de amor, así como de citas fallidas que parecen sacadas de una comedia. Es el caso que protagonizó en la noche de ayer Rosalía, de 59 años y nacida en Barakaldo (Bizkaia), quien vivió una velada realmente incómoda.
Esta mujer, que actualmente vive en Guadalajara (Castilla La-Mancha), intentaba encontrar el amor tras un matrimonio de treinta años y haber pasado once soltera. Buscaba un hombre sentimental y que le gustaran la naturaleza y los animales.
Su cita fue Pablo, de 63 años, natural de Elda (Alicante), quien no cumplió para nada las expectativas de la vasca.
El inicio de la cita
La velada comenzó con un comentario de Rosalía, quien afirmó que su madre le había transmitido la idea de que no tendría suerte en el amor. Sin embargo, el encuentro se torció inmediatamente, pues al sentarse en la mesa, Pablo admitió estar enamorado de otra mujer.
Pese a esta desafortunada declaración, Rosalía optó por mantener la calma y la compostura y apostó por continuar conociendo al comensal en ‘First Dates’.
A Pablo también le gustaba la naturaleza, pero su punto de vista iba más allá: "Me gusta la naturaleza, pero en modo pervertido", comentó. Por si fuera poco, este matizó que tenía una "lista amplia" de cualidades para su pareja ideal, en la que figuraban ser naturista y nudista.
Por su parte, Rosalía contestó firmemente que no lo veía así: “Ah no, yo nudista no. Me siento desprotegida”. Desde aquel instante momento, la cita no hizo más que ir cuesta abajo.
Un momento de lo más surrealista
Uno de los momentos más surrealistas de la noche fue cuando Pablo, al enterarse de que Rosalía trabajaba en el departamento de logística de Inditex, hizo una inesperada asociación. Al mencionar que tenía un jefe "un poquito mayor", Pablo pensó en Amancio Ortega, el fundador de la empresa.
Sin dudarlo, lanzó una propuesta completamente fuera de lugar: “Yo le propondría un negocio: una casa rural naturista con clínica naturista y médicos naturistas. Todo naturista”. Al escuchar estas palabras, la expresión en la cara de Rosalía era una mezcla de incredulidad y desconcierto.
De mal en peor
La conversación no mejoró. Rosalía rápidamente notó que su cita podría estar usándola como un puente para acercarse al famoso empresario. Entonces, cortó cualquier posibilidad al afirmar que solo había visto a Ortega una vez y que no tenía contacto con él.
Ante cada pregunta de Pablo, la cita se volvía más incómoda. Incluso cuando él preguntó sobre la vida sexual de Rosalía, ella intentó desviar la conversación argumentando que para ella era importante una conexión espiritual antes de cualquier aproximamiento físico.
El final de la cita
Pero la velada alcanzó su punto más bajo cuando Pablo insistió que estaba interesado en otra mujer que ya tenía pareja. La decepción de Rosalía fue total. Ante las cámaras del programa, expresó su frustración: "He perdido la oportunidad de conocer mi medio limón. Me ha hecho perder el tiempo".
Finalmente, Pablo sugirió que mantuvieran una relación de amistad, pero Rosalía, cerró la cita con firmeza: “Me tengo que ir a casa”. La velada terminó sin la chispa que Rosalía esperaba encontrar y con la sensación de haber sido parte de una de las citas más extrañas en la historia del programa.