El cineasta mexicano Arturo Ripstein recibe de forma virtual este martes, de la mano del Festival de Cine de Málaga, el Premio Retrospectiva - Málaga Hoy. El director ha participado en un encuentro virtual con el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, en el que el cineasta ha remarcado su pasión por la técnica del blanco y negro y el plano secuencia en sus películas. Ripstein también participa en esta vigésimo tercera edición del certamen cinematográfico con la película, 'El diablo entre las piernas', que compite en la sección oficial.
Juan Antonio Vigar ha presentado al cinéfilo mexicano describiéndolo como "un director fundamental", no solo del cine mexicano, sino también del contemporáneo a nivel mundial. Ripstein destaca por hacer un cine muy peculiar, basado en la minuciosidad de sus guiones. Un cine realmente "interesante" que profundiza en las emociones y en los sentimientos y que para algunos puede llegar a ser hasta "incómodo". "Es un verdadero honor hacerte entrega de este premio en estos tiempos tan difíciles", ha remarcado el gestor cultural, Juan Antonio Vigar.
Arturo Ripstein, quién ha asegurado que lleva 160 días "encerrado" en casa, ha mostrado su malestar por no haber podido asistir a Málaga a disfrutar de forma presencial el festival. "Es una gran tristeza no poder estar con vosotros. Que me den una Biznaga es como cuando uno se pone a pensar en qué más le queda por hacer en esta vida".
Durante el encuentro virtual, el director ha hablado de su cine como una forma de verse a sí mismo, aunque ha admitido que, a sus 76 años de edad, no ha logrado conocerse bien. "Conocerse a uno mismo es uno de los grandes enigmas de la historia". Ripstein ha dicho que se limita a cumplir con su vocación, la cual lleva practicando desde muy joven, pues es hijo del productor Alfredo Ripstein. "Mi trabajo y pasión por el cine me han dejado momentos de lujuria y éxito, pero muchas más frustraciones y fracasos".
El cineasta también ha hablado de su forma de trabajar remarcando dos fases en el proceso de creación de una película. Por un lado, el argumento y el guión; y por otro, cómo se va a rodar esa cinta. "Antes de rodar siempre tratamos de resumir con una palabra la película. Hasta que no tenemos clara la esencia de la película no comenzamos a rodar, pues esa pregunta es el corazón del guión".
Uno de los recursos más peculiares utilizados por el director mexicano es el plano secuencia. Ripstein ha explicado el por qué de su preferencia por esta técnica. "El plano secuencia da un sentido ambulante al movimiento, mientras que el cine con cortes es la emoción de la yuxtaposición. Las dos técnicas son muy buenas, pero el cine comercial actual no tiene planos secuencia y ni si quiera la edición con cortes tiene sentido, solo hay velocidad. La prisa es el peor enemigo del montaje", ha opinado el mexicano.
"A mí me dicen que mis películas son lentas y es verdad, pero eso se debe a que me centro en la mirada y en la manera de observar las cosas". El director también ha remarcado que el sentido del arte es la fluidez que da la cámara, el elemento "fundamental" del cine.
El otro gran recurso protagonista en las películas del director es el blanco y negro. "Yo habría hecho todas mis películas en blanco y negro porque es cómo yo descubrí el sentido del cine". Ripstein ha hablado del blanco y negro como "la belleza infinita" porque "el color debilita". Para finalizar el acto, Juan Antonio Vigar le ha mostrado a través de la pantalla la Biznaga del Premio Retrospectiva que reconoce toda la trayectoria del mexicano.
Arturo Ripstein nace en 1943 en Ciudad de México en el seno de una familia judía y es hijo del productor Alfredo Ripstein Jr. A los quince años descubre a Luis Buñuel, con quien desarrolla una estrecha relación maestro-alumno. Debuta como director con Tiempo de morir en 1965. Gana el Premio Nacional de Bellas Artes en 1997. En 2000 gana la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián por La perdición de los hombres. En 2002, su cinta La virgen de la lujuria, participa en la Mostra de Cine de Venecia.