Madrid - DKISS estrena hoy una nueva temporada de la versión holandesa de Sí, quiero ese vestido. Al frente de él se encuentra el diseñador estadounidense Randy Fenolli. Es un profesional que ha conquistado a las mujeres de Estados Unidos en su tienda y también en la televisión. Tiene muy claro qué es lo que hace especial a una mujer el día de su boda, cuáles son los errores que se cometen a la hora de elegir un modelo u otro y cómo debe la protagonista imponer su criterio sin atender a todas las personas que componen el séquito de elección.

“Creo que escuchan demasiadas opiniones externas. Quiero decir, si quieres comprar una casa o un reloj de oro, no llevas a tu suegra ni a tu mejor amigo de la escuela o a tu hermana; compras. Pero para seleccionar un vestido de novia, traemos a todas estas personas y con ellas, todas sus opiniones. Creo que a veces las novias escuchan demasiado la opinión de los demás en lugar de su propia voz y con ello, no logran sentirse especiales ni encontrarse a gusto”, señala Fenolli.

Para el diseñador americano, no existe un único vestido de novia perfecto, va a depender de cada mujer y de cómo se vea ella ante el espejo y cómo siente el diseño en su piel: “Elige aquello que te hace sentirte bella también por dentro, aquello que sientes que es especial y te hace especial. Estos son mis consejos, da igual lo cueste un vestido”, sentencia el diseñador. Novia, según él, no hay más que una y está segura que cada una tiene un vestido especial para ella. Tiene muchos años de experiencia en el campo del diseño y de la televisión. Sabe de lo que está hablando cuando dice que la moda en vestidos de novia la crean las propias mujeres cuando buscan un vestido especial para un día único: “Las novias solían ser muy similares, especialmente en la década de los 80, todos los vestidos parecían iguales. Pero hoy no. Esto nos enseña a los diseñadores nuestro camino para seguir pensando en lo que está pasando en el universo nupcial. En estos cambios tienen mucho que ver las redes sociales”. No se moja a la hora de explicar cómo sería su novia ideal. “Cada mujer tiene su estilo y lo que queda bien en una, en otra no gustaría nada. “He estado haciendo estos 26 años y he trabajado con tantas novias. No me importa si el vestido es de 100 o de 100.000 dólares, para mí, cada uno de ellos es una historia que te hace sentir mejor y más seguro que nunca. Cada novia es extraordinaria. Realmente no creo que pudiera limitar mi gusto a un solo estilo. Cada mujer debe sentirse extraordinaria, cada una de ellas es un estilo”.

AL MÁXIMO Para Randy Felloni no hay términos medios, una boda concebida como una gran celebración de familia y amigos es para disfrutarla, para vivirla al cien por cien y da un consejo a los novios: “Este debe ser uno de los momentos más agradables y especiales de vuestras vidas. Si no se disfruta en el proceso, no hay por qué estresarse, lo mejor entonces es ir al ayuntamiento, pedir una licencia de matrimonio y olvidarse de la celebración. Una boda es para disfrutarla al máximo”, señala el diseñador. -R. Lakunza