madrid- Este es el verano de su vida en cuanto a trabajo; de lunes a viernes, Cazamariposas, y los domingos Mad in Spain. Para descansar solo tiene los sábados, pero si le ofrecen otra cosa, “todo es cuestión de hablarlo”, asevera convencida.

¿Qué supone este salto de Divinity a Telecinco?

-Todo el mundo me habla del salto a Telecinco.

¿No lo es?

-Te recuerdo que Cazamariposas ha estado también en Telecinco y en prime time. Este nuevo programa supone cambiar de registro, es algo muy diferente a lo que hago de lunes a viernes en Divinity. Es otro equipo y para mí supone salir de mi zona de confort.

Así que ‘Cazamariposas’ es como estar sentada en el sofá de su casa.

-Más o menos; me siento ubicada, a gusto, no me supone ninguna dificultad. Ahora es: No te relajes, vamos a hacerlo un poco más complicado, a ver qué sale. Estoy encantada, pero estoy teniendo mucho miedo.

¿Miedo? Pero si le va de cine en lo laboral.

-Por eso mismo, me esta yendo todo tan bien que algo tiene que fallar.

Es usted una ‘dramas’ total.

-No lo soy habitualmente. Pero es cierto que tendemos al autosabotaje, nos cuesta mucho aceptar que estamos bien. Salvando eso, quiero saborear mucho el momento y disfrutarla. Estoy contenta y muy agradecida por la oportunidad que me están dando.

Háblenos del programa.

-Es un debate sobre temas de actualidad, temas sociales, temas que afectan a la gente de a pie. Son temas sobre los que los espectadores pueden tener una opinión formada. La gente puede tener una postura, pero a lo mejor no acaban manteniendo esa postura cuando termine el programa.

¿Quieren cambiar la opinión de los espectadores?

-Dicho así... Lo interesante de un debate es que te hagan escuchar muchas opiniones, que te hagan fluctuar de postura en base a diferentes argumentos. Es saludable, muy saludable, cambiar de opinión si los argumentos que te dan te convencen más que los que tú tienes.

¿Temas políticos?

-Si la actualidad lo requiere, supongo que sí. No creo que se descarte, pero este es un programa de verano, un programa fresco, aunque tiene una parte de rigor, de actualidad y de debate al uso. No hay que olvidar que estamos en periodo estival y que la gente también quiere divertirse un poco, habrá temas más distendidos.

¿Por ejemplo?

-A lo mejor si nos ponemos a debatir sobre el referéndum en Catalunya, la gente puede decir que quiere que le hablen de cirugía plástica sí o no o sobre Andreíta (Janeiro).

¿Cree que interesa la mayoría de edad de Andreíta, la hija de Belén Esteban? No parece que afecta a la mayoría de los ciudadanos.

-Depende del enfoque, pero podría ser un tema. Es un tema que está de actualidad. Para mí, hoy, ahora, en el momento en que estamos haciendo esta entrevista, el tema del día es la mayoría de edad de Andreíta, pero la actualidad es muy cambiante. A mí me encantaría, como tema de debate me parece muy interesante.

¿Le gustaría continuar más allá del verano haciendo este programa?

-Me gustaría que durase siempre y poder hacer las dos cosas durante mucho tiempo: Mad in Spain y Cazamariposas. Me interesa mucho el debate, ya lo hago mucho con mi novio.

¿Discutir?

-Sacar un tema y debatir. Hay muchos temas que nos afectan. Yo vivo en Barcelona, hay un auge del turismo y me interesa enormemente debatir con mi chico o con mis amigos este tema. Me interesa comentar, debatir, saber las opiniones de los demás, ver si estoy equivocada o no... Es saludable que haya programas de debate.

De lunes a viernes ‘Cazamariposas’, los domingos ‘Mad in Spain’ y ¿cuándo descansa usted?

-Los sábados, pero que si quieren que haga otro programa ese día, yo estoy dispuesta...

¿Perdón?

-Qué si tienen algún otro proyecto se puede hablar, se puede hacer más.

No sea ambiciosa, que se va a agotar.

-Estoy tomando suplementos vitamínicos muy buenos, y una dieta muy variada y equilibrada... Ja, ja, ja.

¿Va a ser así su verano? No va a tener tiempo ni para quitar el blanco folio de la piel.

-Algo de color tengo. Haré vacaciones en Cazamariposas y podré escaparme de lunes a sábado; será escapadas cercanas, pero alguna haré. Pero yo estoy feliz: este es uno de los mejores veranos de mi vida, desde que me dieron la noticia vivo en una nube, estoy flotando.

Ser esclava del trabajo no lo recomienda ni la ministra de Trabajo.

-Debo tener algún antepasado japonés adicto al trabajo. He estado dos semanas de vacaciones, pero colaboro en un programa de radio y otros trabajos y es a lo que más me he dedicado en ese tiempo de vacaciones. No he terminado de desconectar.

No me extraña, lo suyo tiene ya el grado de vicio.

-Ja, ja, ja... Eso debe de ser. Tampoco quería desconectar, seguía enganchada.

¿Cuántas revistas del corazón devora a la semana?

-Todas, todas. ¿Y tú?

Más o menos, ninguna.

-Yo todas y con un ansia total; es mi trabajo, pero me gusta leerlas, me las devoro todas.

¿Lee libros?

-Pues sí, no solo leo revistas. Además, ahora estoy contenta con tener que ir a Madrid porque puedo leer en el AVE. No leo tanto como quisiera, pero leer sí que leo. Ahora estoy con la segunda parte de La catedral del Mar.

Lee libros, hace televisión de forma intensa, radio... ¿Tiempo para su chico?

-Muy poco, creo que me va a dejar un día de estos.

Bueno, si eso ocurre ya tiene tema para abrir ‘Cazamariposas’.

-Eso, nunca. En serio, él está contento; sabe que tiene que renunciar a estar conmigo lo que le gustaría, pero estamos en época de sembrar. Él también se dedica al mundo de la tele y me apoya muchísimo.

¿Dónde trabaja él?

-En Salvados, el programa de Jordi Évole.

Cadenas rivales.

-Sí, y muy contentos cada uno con la suya. No sé si se va a enfadar, pero me da igual: a mi chico le gusta el Sálvame deluxe. Él dice: “Yo hago la tele más de irritar y preocupar a la gente y tú haces una tele para que la gente se evada”. Yo pienso que todo es bueno en televisión. Los sábados, él quiere ver Sálvame deluxe sí o sí, le encanta. Pienso que todo es compatible.