madrid - En 1974, unos granjeros del centro de China realizaron un descubrimiento sin precedentes: más de 8.000 figuras de terracota enterradas a menos kilómetro y medio de la tumba del primer emperador de China, Qin Shi Huang. Desde entonces, arqueólogos y académicos han seguido estudiando este lugar y, aunque se conocen muchas cosas, otras siguen siendo todo un misterio. Nuevas excavaciones realizadas por arqueólogos del Mausoleo y documentadas por las cámaras de National Geographic Channel (NGC) y BBC ofrecen nuevos datos que pueden reescribir la historia de China y de sus contactos con el mundo occidental. Estos descubrimientos se darán a conocer en dos programas. The Greatest Tomb on Earth, un especial de una hora; y la mezcla de espacio dramático y documental de dos horas El Primer Emperador: Secretos de una Tumba Mortal a través de National Geographic Channel en 170 países y 45 idiomas.
Li Xiuzhen, arqueólogo del Museo del Mausoleo del Emperador Qin Shihuang, afirma que “ahora tenemos pruebas del estrecho contacto que tuvo lugar entre la China de la época del Primer Emperador y Occidente, antes de la apertura oficial de la Ruta de la Seda. Este contacto tuvo lugar mucho antes de lo que pensábamos”. Antes de la construcción de la Tumba del Primer Emperador, no había tradición de talla de estatuas humanas de tamaño natural en China. Tanto de dónde viene como quién creó el Ejército de Terracota ha sido un misterio hasta ahora y Xiuzhen piensa que las influencias vinieron de fuera de China. - M. Peña