Madrid - La madrileña, que cursa primero de ESO, no lo tuvo fácil en una final en la que competía con la asturiana Covadonga, la burgalesa Martina y el barcelonés Lukas, tres torbellinos en los fogones. Por ser una noche tan especial hubo muchas sorpresas, como la visita de los Reyes Magos, a cuyos presentes tuvieron que corresponder con un desayuno compuesto por roscón relleno y batido de frutas que le valió a Lukas, de 10 años, el pase directo a la final.
A las otras tres aspirantes les esperaba una prueba más complicada: cocinar un menú degustación de seis platos diseñado por David Muñoz, que degustaron, entre otros, Emilio Butragueño, Carolina Herrera y Rossy de Palma en la residencia del embajador de EEUU en España, James Costos, y su pareja. María resolvió mejor el complejo reto y logró la chaquetilla que la llevaría hasta la final, en la que además de demostrar su creatividad tuvo que hacer frente a un fuerte dolor de estómago.
Merecido premio Bajo la atenta mirada de familiares y compañeros, Lukas y María eligieron el menú de la prueba definitiva, pero fue ella la que, con su seguridad y una creatividad digna de cocineros veteranos, convenció al jurado habitual, al que se sumaron Quique Dacosta y Dani García. Su milhojas deconstruido de verduras y carabinero asombró a los invitados. Le siguió un atún en tres cocciones no menos sorprendente para su edad, ya que utilizó técnicas como el trampantojo. Así, su atún en crudo era en realidad sandía, que acompañó con el pescado envasado al vacío y una tercera preparación en tempura. Por último, elaboró un falso huevo frito de coco de Jordi Roca, del que Jordi Cruz dijo que su autor estaría “muy orgulloso”. - Pilar Salas