no se trata de un duelo entre dos cadenas y dos ficciones, porque hay más canales y más semanas, pero en el primer encontronazo quedó claro que Antena 3 y Algo que celebrar se llevaron la audiencia al agua frente a Telecinco y Las aventuras del capitán Alatriste: 3.307.000 espectadores y el 18,1% de cuota frente a 2.487.000 y el 13,4%. Sin embargo, sería injusto olvidar que esa misma noche un canal pequeño, Discovery Max, estrenaba Houdini, un mago que consiguió más de medio millón de seguidores y un 2,6% de share, una gran cifra para Adrien Brody y sus compañeros. A La Sexta regresaba El jefe infiltrado, que congregó 2.098.000 espectadores y un fantástico 10,7% de share, así que la noche no era cosa de dos a pesar de que Gym Tony en Cuatro y Comando Actualidad en TVE-1 estuvieron muy flojitos.
Sin embargo, la resaca trajo polémica como era de esperar estando por medio Arturo Pérez-Reverte, quien no tuvo mejor ocurrencia que decir que “en la HBO, Alatriste sería distinto. Pero esto es España. Las serie de televisión que se hacen aquí, todas, nada tienen que ver con la HBO”. Guionistas y productores de ficciones no se mordieron la lengua: “Que se justifique el fracaso de una serie con que las series españolas son todas así me toca los cojones”, dijo Javier Olivares, guionista y productor de ficciones como Isabel o la aún no estrenada El Ministerio del Tiempo. Alberto Caballero, creador y guionista de La que se avecina, aseguró que “es como si nosotros dijéramos: todas las novelas españolas son una puta mierda. Y no es así”. Nacho Faerna, escritor de Prim, el asesinato de la calle del turco, lamentaba “qué manía de repetir que aquí no hay HBO para justificar la calidad de las series españolas. BBC, ITV, Channel4, France2 son generalistas...” Carlos López, guionista de El Príncipe, añadió que “no es que aquí no se hagan series como en HBO, es que aquí no hay cadenas así. Es como quejarse de que Madrid no tiene playa”.
Pérez-Reverte, que anteriormente calificó como “bazofia” la adaptación de La reina del sur, no fue tan rotundo con Alatriste ya que destacó la “virtud de acercar la historia al público que no la leería”, aunque a continuación criticó el montaje, los excesivos colorines y la falta de un asesor histórico “que pedí. Eso quita alguna credibilidad a ropa y situaciones”. Además agradeció a Aitor Luna y el resto de actores que “no hayan permitido que hagan con ellos Águila Roja 2”. “La historia estaba concebida más sombría, pero los que la producían la querían más alegre. Hubo discusiones sobre eso”, explicó el novelista.
En Internet, el hashtag de la serie #Alatriste1 reunió una mayoría de críticas negativas como “una mezcla de Águila Roja, un Errol Flynn cabreao y cuatro infantas emperifolladas” o “por momentos parecía la hora de José Mota”. “El burdel parecía sacado de una película de Tarantino”, aseguraba otro tuit. Algo que celebrar, sin ser para tirar cohetes ni mucho menos, ganó en los audímetros y en la Red.