SEVILLA - El último mes de 2014 está repleto de trabajo para Maribel Salas. Ha comenzado la grabación de una nueva serie, Allí abajo, y tiene previsto participar en los especiales de Nochebuena y Nochevieja para ETB-2. De momento, mira con ilusión su nuevo papel, el de la tía organizadora y mandona que baja de Euskadi a Sevilla para que Iñaki (Jon Plazaola) no se sienta solo cuando su madre, Maritxu, está ingresada en un hospital sevillano en coma. La serie cuenta con un amplio elenco, es muy coral, y en ella participan también dos actores de la película Ocho apellidos vascos, Alberto López y Alfonso Sánchez. La protagonista femenina es María León que da vida a Carmen, la enfermera de la que se enamora Iñaki. El guión es de Óscar Terol y estaba escrito antes de que se rodara la película de Cobeaga que ha arrasado en el cine.

¿Un final de año laboral de lujo para usted?

-Imagínate. Mucho mejor de lo que pensaba, estoy feliz con esta serie que hemos empezamos a grabar en Sevilla para Antena 3. Creo que tiene todos los elementos para que guste y sea divertida.

¿Más que ‘Ocho apellidos vascos’?

-Es un poco lo mismo, en esta serie también se mezcla el norte y el sur?

Parece que da mucho juego el cruce de tópicos entre Euskadi y Andalucía.

-Es posible que sea eso, se ha puesto de moda. Es el contraste, el choque cultural. Somos distintos, pero tenemos un fondo parecido.

¿Cómo es Begotxu, su personaje en ‘Allí abajo’?

-Es la tía del protagonista, Iñaki, el papel que interpreta Jon Plazaola. Es una mujer clásica, de caserío, como yo misma. Ja, ja, ja? Es igual que Maritxu, la madre de Iñaki, ese personaje lo interpreta Ana Gabarain. Santi Ugalde hace de mi marido y los dos somos los tíos que protegen al sobrino cuando él se queda atrapado en Sevilla porque su madre está en coma.

Una mujer de armas tomar por lo que parece, ¿no?

-Una mujer austera, de caserío, que organiza todo y toma las riendas de la familia cuando pasa lo que pasa con Maritxu. Date cuenta que Iñaki es un joven que no ha tenido mucha vida y que ha estado siempre bajo las faldas de su madre. Conoce a Carmen, una enfermera, y su mundo se vuelve distinto, de colores. Begotxu va a Sevilla con su marido, Sabino, el chico no puede estar solo y con su madre en un hospital.

¿Cómo es Sabino?

-Es un personaje divertido, es un marido como muchos, vive según le organiza la mujer: Ahora haz esto; ahora ponte esto; ahora vete allí? Lo único que hace con su mujer es decir: buff, buff, ufff?

Interesantes conversaciones las que tienen ustedes.

-Sabino es así en casa, un poco callado, pero es que Begotxu le da poco margen. Se suelta un poco cuando está con sus amigos y sale de la familia, deja en casa a su mujer y al carácter que esta tiene. Es decir, a mí, a Begotxu.

Parece una extensión de ‘Vaya semanita’.

-Es una serie, vuelve a tratarse la diferencia, y es cierto que en la serie hay un buen número de actores vascos y cuatro de ellos somos de Vaya semanita: Santi Ugalde, Oscar Terol, Iker Galartza y yo.

¿Va a haber cuadrilla?

-Sí claro, eso sí que hay. Iñaki tiene su cuadrilla que estará formada por Óscar Terol, Iker Galartza y Gorka Aginalgalde. Estos tres personajes también la liarán de aquella manera. La primera vez que hicimos una lectura me reí mucho, es muy buena esta serie; seguro que va a gustar cuando se emita.

¿Es la primera vez que trabaja en Sevilla?

-He estado de vacaciones, pero nunca he trabajado allí. Vamos a grabar en el centro de Sevilla, allí han puesto el plató; y, la verdad, este cambio me apetece mucho. También tenemos grabaciones en Donostia, allí se graba la parte vasca, la del caserío y demás, lo de Euskadi será como a mediados de diciembre.

¿Cuántos capítulos son?

-Grabaremos hasta junio, pero ya veremos lo que pasa cuando se empiece a emitir, unos cuantos meses sí que estaremos trabajando en el proyecto.

¿Cómo llegó usted a ‘Allí abajo’?

-A través de un casting, como siempre. Las pruebas las llevaban dos directoras de casting que ahora están muy de moda: Yolanda Serrano y Eva Leira. Yo hice las dos pruebas, la de Bego y la de Maritxu y me eligieron para esta. Estoy encantada con participar en esta serie, no solo porque es trabajo y tal y cómo están las cosas me viene muy bien, es que los personajes me parecen estupendos y muy atractivos.

¿Mejor Begotxu salseando que Maritxu en coma?

-Ja, ja, ja? Los dos personajes tienen fuerza. Begotxu entra más suave al principio y luego coge las riendas. Maritxu entra como un obús, llega a Sevilla, está una temporada en coma pero luego vuelve a renacer. Me gustan los dos y estoy contenta con el que me he quedado.

¿Qué más proyectos tiene entre manos?

-Gurutze (Beitia) y yo seguimos con las visitas guiadas del Arriaga. Es algo que hacemos los fines de semana, una visita por los recovecos del teatro, están teniendo mucho éxito. De momento, seguimos noviembre y diciembre. Sigo con mi monólogo, empecé un poco de casualidad, y ahora estamos con la Paramount haciendo Los monolocos de Euskadi. No me puedo quejar.

¿Qué pasa con Nekane Amaya, la gitana abertzale de Bermeo? ¿Se ha olvidado de ese personaje?

-No quisiera. Me encanta. Creo que vamos a hacer un especial Nochebuena y Nochevieja y supongo que volverá a aparecer. Le tengo tantísimo cariño que espero que alguna vez se recupere de nuevo, me he reído tanto con ella.

Experiencia para poner un puesto en mercadillo ha conseguido, ya se puede ganar la vida vendiendo.

-He cogido tablas en mi puesto de Bermeo. Siempre encontraba una distracción y me ocupaba poco de vender las bragas, las tangas y todo lo demás que tenía. Siempre me metía en cualquier otra cruzada, como meter a la niña en el Athletic femenino o estar en el Aberri Eguna, siempre había alguna misión más importante para Nekane Amaya que vender las bragas. Pero si necesito trabajo, me lo pensaré

Otro personaje fue el de la megaoperada.

-Koro Etxebarria era un personaje que tenía un aspecto impresionante. A veces piensas que es imposible, pero he visto fotos de megaoperadas de verdad que me hacían pensar que no estaba tan descabellado el personaje. Hay gente que se opera y se opera y no es consciente hasta qué punto se está deformando su cara. Esta mujer se veía en un mundo idílico donde se veía la más guapa, la más joven y estaba totalmente deformada.