MADRID. El presentador de "El intermedio" y habitual monologuista de "El club de la comedia" ha recopilado en "formato de libro", que hoy publica Planeta, lo que él define en una entrevista con Efe como el "diario perplejo de un mundo confuso".

Agrupados en epígrafes como "Tiene que haber de todo, incluso políticos", "Hacerse mayor" o "No mezcles...", el humorista catalán (Barcelona, 1979) quiere reivindicar el humor "en estos tiempos grises", y por eso aparece en la portada de su libro remedando el famoso óleo "La libertad guiando al pueblo", de Eugène Delacroix.

"La risa siempre es mejor que el miedo, no quiero criticar ni desacreditar la acción política, pero estamos en una sociedad donde se está imponiendo el miedo, y eso es paralizante", explica.

Y resume la filosofía de su libro recurriendo a una imagen familiar: "Tengo una foto de mi abuelo comiendo rata en un caldero y sonriendo porque el de al lado le está contando un chiste. Eso es un gran logro, poder ser feliz en las peores circunstancias. Eso no quita para seguir trabajando y para mejorar las cosas".

"La risa os hará libres" es un volumen "políticamente incorrecto e incoherente, a ratos es ofensivo, a ratos lamentable, pero muy de verdad -asegura-, porque así somos la mayoría de la gente".

El también conductor del programa de radio "Yu: No te pierdas nada", en los 40 principales, tampoco pretende dogmatizar ni molestar: "Me he propuesto como objetivo vital hacer reír a otros y confiar en que ese otro piensa que soy buena gente, que no hablo con intención de ofender".

En ocasiones, este último matiz no es apreciado, porque "nos creemos muy importantes", asegura, y en muchas ocasiones "se confunde reír con frivolizar".

En ese campo tiene experiencia en "El intermedio", un programa al que "incluso los más críticos tienen que reconocer que ayuda a la paz social", asegura, en una época "muy crispada, de gente muy encabronada".

El humor, explica, "ayuda a relativizar las cosas, pensar mejor y con más claridad", y se muestra en desacuerdo con quien critica al programa porque sirve para que el público se aleje de la realidad: "Reírse de los problemas no es hacerlos desaparecer".

El Gran Wyoming -"un cómico a su pesar, si no fuera tan gracioso sería un gran intelectual", asegura-, y Javier Cansado han prologado su libro, y ambos están en una larga lista de profesionales que le enseñaron a "amar la risa", desde Buenafuente a Pepe Rubianes, pasando por Les Luthiers o Roberto Benigni.

El detonante para escribir sus monólogos suele ser una idea "rumiante" que se le queda en la cabeza, que le molesta o le causa ciertos "miedos", y a la que da vueltas como mecanismo de "defensa".

"El mundo es más complejo que nunca y nosotros seguimos siendo los mismos monos que se peinan. De ese contraste nace el humor", abunda.

Dani Mateo estudió Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona y empezó a trabajar en radios y televisiones locales, y ahora recuerda, con la ironía que siempre salpica la conversación, que como periodista ha "fallado": "Lo estudié porque fue la manera que encontré de ser payaso sin darle un disgusto a mis padres".

No obstante, cree que su vocación de cómico tiene algo que ver con el periodismo: "En el fondo estoy contando el mundo a través de mi filosofía vital, haciendo periodismo. Con eso engañé a los profesores y me dieron el título".

Aunque explica que "un cómico no es un intelectual ni un líder de opinión", no rehúsa opinar sobre el referéndum de Cataluña: "Si le quitan parafernalia, banderas y cánticos, por ambas partes, al final es un tema de pasta, y creo que ahí sí hay algo que negociar".