DA un poco de miedo hablar del tema. Que en mitad del trabajo aparezca un mensaje "Por qué no te callas". Pero esta semana hemos vivido la experiencia de que en TVE están trabajando en la abdicación del Rey. Unos dicen que es por precaución: tener algo que poner por si sucediera algún imprevisto dinástico. Otros, que si el río suena algo habrá. Hay mucha gente que piensa que no pasaría nada si a este hombre lo apartan de la jefatura del estado, más que nada por pura precaución, de la misma manera que no pasó nada cuando se autoapartó Benedicto XVI a Castelgandolfo y el pasado viernes lo visitaba Francisco. Eso de ver dos papas en una mismo plano tiene algo de bipolar que también parece un fallo técnico de la tele que se desdobla la imagen.

Si Juan Carlos abdicara supongo que ya se podría ir de caza y presentar en sociedad sus amantes. Ahora, después de oírle a Felipe la defensa que hizo de la enésima candidatura de Madrid a los juegos Olímpicos, da la impresión de que no le da la voz ni para leer los mensajes de Nochebuena. Es como que está muy preparado sí, que se le nota al heredero que ha estudiado, pero que el miedo escénico le puede cada vez que habla en público. Yo lo entiendo porque a mí me pasa lo mismo y es un engorro hasta para pedirle un café al camarero. Si Felipe se queda de rey, siempre podría llamar a Juan Carlos en Navidad para que el mensaje fuera una especie de diálogo entre dos: "en mi primer año como rey no puedo menos que mirar atrás y recordar los tiempos en que jugaba con los Madelman y les rompía las piernas a las muñecas de Famosa de mis hermanas. ¿Te acuerdas papá?". Se comenta que uno de los cambios que va a traer Maite Iturbe a EiTB, además del mapa del tiempo, será la no inclusión del discurso del Rey (¿sea quién sea?) por Navidad. Maite, a Felipe le haces un favor.