Telecinco ha retirado de Youtube el vídeo en el que expulsaba de las gradas del público a tres chicas cuyo comportamiento no era el apropiado. Ya saben cómo se las gastan los adolescentes, lo mismo levantan un dedo que te ponen los cuernos en uno de esos gestos de travesura habituales en determinadas edades. Pero resulta que en Sálvame, donde son capaces de descuartizar y diseccionar la vida de cualquiera sin el más mínimo apuro, se molestan por la travesura de tres chicas irreverentes. Está claro que estos de Sálvame son gentes de principios. Capaces de destripar la intimidad pero, eso sí, su público ha de ser sumiso y sólo aplaudir cuando el regidor lo indique. Nunca había pensado que la rebelión de los programas de televisión viniera por el boicot del público. Estas chicas han conseguido darnos una idea.

Algo que nunca podría suceder en Gran Hermano, cuyo público asiste al espectáculo como si viviera un puro chismorreo del vecino de al lado. La nueva temporada ha arrancó con abundancia de chicas y chicos guapos y algún patito feo para compensar. Se ve que le quieren sacar partido a ese desfile de cuerpos entrando y saliendo del jacuzzi. Vamos que lo de entrar en GH14 es más que nada una cuestión estética. El exhibicionismo va cuajando a la hora de elegir los concursantes y a esa moda se ha apuntado Mercedes Milá, que ya el año pasado pidió a un concursante que le tocara un pecho en vivo y en directo. Yo no sé qué es lo que se ha operado esta mujer pero se ha quitado veinte años de encima. ¿Es ella o su hija gemela? ¿Ha firmado la venta de lo que quede de su alma al diablo? No sé. Desde luego yo le perdono este año las críticas por su enorme egocentrismo si comparte en público su secreto. Mota, que empezó ayer a plagiarla en su nuevo programa, lo tiene más complicado ahora que antes.