Vitoria. Le vemos pasar su adolescencia en el barrio Esperanza Sur de Aída

Sí, da esa impresión. Es como mi barrio de televisión. Empecé allí con trece años y allí sigo.

¿La identifica con algún barrio?

El éxito de la serie, también el de Esperanza Sur, es que se identifica con muchos barrios y que en cada ciudad hay un barrio como éste: el lugar donde está el exyonqui, el macarra, la chica que quiere triunfar en Gran hermano o la señora que limpia las casas. Los personajes son identificables para muchos espectadores.

¿Un barrio de perdedores?

Bueno, yo no creo que sea un barrio de perdedores, creo que es un barrio de luchadores. Es gente que lucha con el día a día; gente que se enfrenta a una realidad, quizá una realidad más dura que la de otras personas. Son personas que viven con alegría y con ganas de salir adelante en una situación que no es buena. A mí, eso me parece de luchador y no de perdedor. Es gente que disfruta de la vida con los problemas que se les presentan.

Empezó muy joven en el mundo de la interpretación.

Comencé con siete años en el mundo de la publicidad y después empecé a grabar episódicos en series de televisión, he hecho cine y después llegué a Aída, que fue lo que me lanzó a la intemperie televisiva y me colocó en el punto de mira de los espectadores. Es una serie a la que le debo mucho, igual que a la película Cachorro y a todas las cosas que he hecho hasta ahora.

¿Qué anunciaba usted cuando apenas llegaba a los siete años?

He hecho de todo. Recuerdo que el primero fue para el Ministerio de Agricultura, anunciábamos pescado congelado. He hecho coches, bollos, patés, El Corte Inglés... Todo lo que se te pase por la cabeza lo he anunciado yo.

En Aída

Al principio, sí, estaba llevado un poco al límite, pero no era el macarra delincuente, era el macarra travieso; después he ido creciendo en la serie y me he calmado un poco. De todas formas, de niño yo siempre he sido travieso y movido. Aunque también he sido aplicado para lo que he querido.

¿En los estudios?

Siempre los he llevado al día. Como anécdota, te puedo contar que en el casting para el papel de Jonatan, Carmen Machi dijo: "Pero este niño tan bueno, ¿va a poder hacer de macarra?". Cuando empecé a hacer la serie me dijo: "Pues sí que podía, estaba yo equivocada". No me asemejo mucho al personaje de macarra, pero siempre compartes cosas con el tío que te toca en el reparto.

¿Qué comparte con El Jonatan

Hombre, esas cosas que haces en cada etapa de la vida y que son normales, las de macarra no.

¿Le ha permitido su trabajo estudiar con normalidad a lo largo de estos ocho años?

Por supuesto, de hecho, he llevado mis estudios año a año, sin problemas, hice la selectividad y empecé a hacer Comunicación; pero la verdad, no es algo que me guste, lo que me gusta es lo mío y estoy con mis clases de interpretación y mis cursos de actor. Tuve que decidir y elegí aquello que me gustaba. No podía estar a dos bandas. Llevar mis estudios al día era la condición que me ponían mis padres: tú puedes hacer esto siempre que lleves los estudios bien, me decían.

¿Era de los de sobresaliente?

Qué va, era de los de aprobar; con eso me conformaba, era suficiente.

Supongo que sería el chico más famoso del colegio, de su barrio... ¿Cómo ha llevado la popularidad siendo tan joven?

He tenido la suerte de que fue algo muy progresivo, primero empecé haciendo anuncios, después cine, después televisión en una gran serie y mis compañeros vivieron eso a la par que yo, estaban acostumbrados. No fui el chico que de repente empecé a salir en una serie famosa. En el cole era David, que ahora está haciendo otra serie y ahora Aída, pues qué guay... Así de normal era todo y no me diferenciaba mucho del chico de mi clase, de hecho con mis compañeros de colegio sigo teniendo mucho contacto y tengo entre ellos grandes amigos y amigos, es todo bastante normal.

¿En su familia había ya algún pariente que se dedicara a la interpretación?

La verdad es que no. Mi abuelo era más cantante y artista que el resto.

¿Cómo definiría a sus compañeros de serie?

Cada uno es un mundo, pero los definiría como mi familia. Son un universo para mí, con algunos llevo ocho años trabajando de continuo. Cuando hay grabación pasamos muchas horas juntos. Lo que te digo, una familia.