EL mundo del famoseo televisivo le han hecho una faena con al conocerse el número de sus móviles. Los cacos no tuvieron mejor idea que hacer públicos los números de teléfono en las redes sociales hasta el punto de que cualquiera podría marcarlos y decirle cuatro cosas a Mª Teresa Campos, Kiko Matamoros y otros muchos que se dedican al espectáculo televisivo. Dicen los afectados han recibido miles de llamadas aunque me temo que ésa es una fanfarronada. No está el tema para gastarte unos céntimos llamando a Kiko Hernández ("he recibido más de 2000 llamadas"). El origen del problema al parecer fue, cómo no, de Pipi Estrada. El ex de Terelu que tiene metido a todo el pijerío televisivo en su móvil.

Los que no tienen memoria ni conciencia son los programadores de las cadenas. Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios (ya ven, hay comisiones para casi todo), las televisiones cada vez comienzan más tarde la emisión de sus programas de la noche (el prime time que se dice que abarcaría el horario de 21 a 23.30). Se retrasa el inició y los espectadores acaban viendo la tela hasta las tantas. Como al tabaco habrá que ponerle algo así como: "Ver la tele puede perjudicar seriamente sus ganas de madrugar". Aunque para nocturnidad la de la policía en Sevilla que detuvo a una informadora de La Sexta que se negó a entragarles la cámara con la que había grabado la carga policial contra los ciudadanos que se opinan a un desahucio. Que la policía se dedique a secuestrar imágenes y arrestar periodistas es una de las vías más rápidas hacia un estado totalitario. Si fue un error alguien debería haber salido ya a dar explicaciones. Y si lo que sucedió fue el cumplimiento estricto de alguna orden algo está fallando. O se lo hacemos mirar o al final nos detendrán cuando les venga en gana.