con la cantidad de melodías posibles, no se entiende que hayan tardado tanto en sustituir la sintonía de Cuéntame cómo pasó con la voz nasal de Rosario Flores. De la misma manera que tampoco se explica, desde el punto de vista del guion, que hayan tenido durante un lustro en el exilio a Inés, la hija artista de los Alcántara. Ayer, después de varios años volvió y de Argentina y del cuerpo y el trabajo de la actriz Pilar Punzano. Y si no fuera por la voz inconfundiblemente aterciopelada de la original, nadie se daría cuenta de este regreso.
Pero si hay un personaje que haya pasado desapercibido en el cine y especialmente en televisión, éste ha sido Mario Camus. Probablemente el mejor realizador y guionista que con el permiso de Rafael Azcona. Ahora la academia le reconoce con un Goya honorífico. Pero hay que dejar escrito que tras las mejores series de televisión ha estado su firma. Algunas como Curro Jiménez, compartidas con Pilar Miró o Antonio Drove. Camus está detrás de proyectos tan importantes como Paisajes con figuras, Fortunata y Jacinta, La forja de un rebelde. La capacidad de este hombre para asumir proyectos ambiciosos hizo posible que novelas con grandes dificultades para su adaptación fueran luego viables y con un éxito de público. Quizás Mario Camus represente la figura del autor que más empeño puso para que la televisión fuera un medio de cultura a la vez que divertimento y por eso este galardón que le va a dar la Academia de Cine es una gran noticia para esta sección donde se reivindican a diario las figuras que trabajan por hacerla crecer en todas sus posibilidades. Puede que a estas alturas alguien vea en estos títulos algo superado. La televisión necesita más que nunca los proyectos de Mario, tanto como los espectadores el regreso de Inés a la casa de los Alcántara.