Euskadi ha ascendido en 2023 al puesto 72 desde el 93, de las 239 regiones europeas que monitoriza el ranking de indicadores de I+D+i de la CE. Asimismo, es la comunidad autónoma mejor posicionada en dicha clasificación del conjunto del Estado y se sitúa en el grupo de regiones de alta innovación junto con la Comunidad de Madrid, Cataluña y la Comunidad Foral de Navarra.

Asimismo, la Comisión Europea ha considerado a Euskadi como un "polo de excelencia" por ser una región de alta innovación dentro de un Estado calificado como de innovación moderada, y categorización a la que ha avanzado desde el subgrupo "alta innovación-" hasta el de "alta innovación".

En concreto, en la edición de dicho ránking, Euskadi ha mejorado su rendimiento en innovación desde el 103,6% hasta el 109,8% y, además de ser la comunidad autónoma estatal mejor posicionada, su rendimiento en innovación es superior a la media de la UE-27.

Estos datos han sido dados a conocer en la presentación de la última edición del Informe Innobasque de Innovación 2023, en una comparecencia que ha corrido a cargo del presidente de Innobasque, Manuel Salaverria, en la que también han estado presentes la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; los vicepresidentes de Innobasque, Nuria Gisbert e Iñigo Ucin, la directora general de la Agencia, Leire Bilbao, y la comisionada para la Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno vasco, Cristina Uriarte.

Tal y como ha destacado Salaverria, las principales fortalezas que caracterizan a Euskadi en materia de innovación residen en la alta cualificación de su población joven, en los elevados impactos de la innovación, en términos de ventas de nuevos productos, y en el alto porcentaje de personas en procesos de aprendizaje a lo largo de la vida.

En concreto, y tomando como referencia el nivel de rendimiento en innovación de la UE en dicho cuadro de indicadores y asignándole un valor 100, Euskadi está en el nivel 109,8 frente al 106,6 de Madrid, el 105,9 de Catalunya y el 101,8 de Nafarroa, que son las otras tres comunidades de alta innovación del Estado.

En cuanto a los retos futuros para la innovación vasca, Salaverria ha apuntado la necesidad de elevar el porcentaje de pymes innovadoras y de incrementar la inversión en actividades para la innovación como el diseño, el marketing, la gestión de la propiedad intelectual e industrial o la formación.  

CIFRA RÉCORD EN 2021

La Agencia Vasca de la Innovación ha presentado en dicho acto la cuarta edición de su informe de innovación, estudio bianual que recoge su análisis estadístico de fuentes vascas, estatales y europeas relativo a 2021, ejercicio en el que la inversión vasca en I+D fue de 1.647 millones de euros, un 10,5% más que en 2020.

Tal y como ha subrayado Salaverria, se trata de una cifra récord que evidencia "el dinamismo de la innovación en Euskadi y que consolidan "una tendencia alcista iniciada en 2016 que, previsiblemente, según sus estimaciones, se consolidará durante los dos próximos ejercicios con cifras que podrían llegar a 1.768 millones en 2022 y 1.895 millones en 2023, ha detallado el presidente de Innobasque.

Esta tendencia, ha apuntado Salaverria, contrasta con lo ocurrido en crisis anteriores, en las que las inversiones en I+D vascas se redujeron. Este cambio de comportamiento refleja, a su juicio, "la mayor importancia estratégica que las empresas vascas otorgan a la innovación, considerándola un elemento clave para su competitividad".

Esa evolución positiva también se ha visto apoyada por las medidas excepcionales de recuperación adoptadas por la Unión Europea que han provocado la aceleración de la transformación en sectores clave de la economía vasca, así como por el "decidido apoyo" del Gobierno vasco que ha incrementado su presupuesto de apoyo a la I+D+i en torno al 10% en los últimos años.

Desde el punto de vista de los resultados, que en el caso de la innovación son fruto de inversiones en años anteriores, cabe destacar que, a nivel estructural, Euskadi ha logrado incrementar el nivel tecnológico de las exportaciones industriales.

Así lo refleja el peso de las exportaciones de sectores industriales de nivel tecnológico medio-alto, que desde 2014 ha ido aumentando paulatinamente hasta alcanzar cerca del 50% en 2021, en detrimento de las exportaciones de los sectores de medio-bajo nivel tecnológico.

En la actualidad son innovadoras el 76,6% de las grandes empresas, el 60,4% de las medianas y el 35,9% de las pequeñas; es decir, el 40,5% de las empresas vascas es innovador.

Además, estas empresas han invertido más que sus homólogas europeas, concretamente un 4,5% sobre su facturación, respecto al 3% de media europea. De ese 4,5%, el 3,4% corresponde a I+D y el 1,1% restante a otras actividades innovadoras como ingeniería, marketing, gestión de la propiedad intelectual e industrial o adquisición de maquinaria.   

MÁS PROFESIONALES

Por otra parte, también crece el número de profesionales de la I+D, que ya son 20.800 (el 36,2% mujeres). Prácticamente el 2% de la población vasca activa se dedica a actividades de I+D, frente al 1,88% de 2020 y el 1,5% de la media europea.

Además, se aprecia una mejora en el porcentaje de nuevos accesos a grados STEM con respecto a otros títulos universitarios de la juventud vasca, que se incrementa en casi un punto y pasa del 28,8% al 29,7%.

En cuanto al contexto internacional, el "Informe Innobasque Innovación 2023" incluye una revisión del contexto internacional de la innovación y de la posición de la Unión Europea en comparación con las principales potencias internacionales: Estados Unidos y China. En este análisis se aprecia que, aunque la Unión Europea continúa siendo una superpotencia en el ámbito de la ciencia y la tecnología, muestra "síntomas de estancamiento" ha advertido Salaverria.

En este punto, el presidente de Innobasque ha estimado respecto a 2024, un escenario donde continuará la tendencia creciente en inversión de las empresas vascas pero en un escenario donde ha dado por "casi segura" la llegada de "una austeridad fiscal a la que nos vamos a tener que enfrentar" y que podría poner "trabas adicionales a la inversión en I+D", aunque se ha mostrado convencido de que las empresas vascas tienen total conciencia de que la I+D es algo absolutamente básico para seguir en esa senda de crecimiento y afrontar una competencia a nivel mundial, que es tremenda".

Por su parte, la consejera Arantxa Tapia ha destacado que esa tendencia creciente en inversiones en I+D+i se ha debido a la labor hecha por las administraciones pero también al esfuerzo, no solo de las grandes empresas sino de las pymes vascas que han mejorado sus inversiones en innovación, aunque quede un "largo camino por recorrer".

Tras destacar que la existencia de las unidades de I+D empresariales, que solo existen en Euskadi, como "un hecho diferencial que ha contribuido a mejorar nuestro posicionamiento" la consejera ha remarcado la necesidad de afrontar la I+D+i en su conjunto como palanca de transformación socioeconómica e industrial, no únicamente como un fin en sí misma y con el objetivo de alcanzar emisiones netas cero en 2050. "Nos estaríamos equivocando si únicamente consideráramos la I+D+i como un fin en sí mismos" ha advertido.

En cuanto a las mejoras a abordar en 2024, Tapia ha citado ampliar las ayudas a la inversión en innovación ligadas a incentivos fiscales pero también a la necesidad de acompañar con subvenciones directas, "porque la parte fiscal acompaña, pero las subvenciones directas actúan de catalizadores para que las empresas apliquen también recursos a la innovación ya que la mejor I+D+i en el mundo se consigue a través de subvenciones directas", ha apuntado.